POR: Aida Trujillo Ricart
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Picasso, célebre y grandioso artista español
II
Imposible es narrar en pocas líneas la prolífica obra y vida de este gran maestro de las Artes Plásticas. Dos de sus trabajos de 1915 muestran la unión de estilos que utilizó con el “collage” y el cubismo: “Arlequín”, un cuadro cubista sintético, y un dibujo de su marchante,Vollard realizado en un estilo que emula las formas artísticas del pintor francés Ingres. De 1923 es su “Arlequín con espejo” influido por dicho artista, en un período clásico (1921-1925), y como consecuencia de su estancia en Italia en 1917.
El busto de bronce de Fernande Olivier, llamado “Cabeza de mujer” (1909), muestra la técnica de Picasso en el procedimiento de formas tridimensionales. En “El Vaso de ajenjo” (1914), escultura en bronce coloreada demostró, posiblemente, el ejemplo más interesante de escultura policromada cubista que realizó.
Entre 1915 y mediados de la década de 1920 Picasso fue abandonando los rigores del cubismo para adentrarse en una nueva etapa figurativa, un reencuentro entre el clasicismo y la influencia de lo que él apeló sus “orígenes mediterráneos”. Durante la I Guerra Mundial se trasladó a Roma y realizó los decorados de los ballets rusos de Sergei Diáguilev. Allí conoció a la bailarina Olga Koklova, con la que contrajo matrimonio. Picasso la retrató en varias ocasiones, al igual que a su hijo Pablo. Creó también insólitos cuadros de bañistas deformes, con cabezas pequeñas y grandes cuerpos, así como retratos de mujeres en actitudes violentas. Empezó a interesarse nuevamente por la escultura tras su encuentro, en 1928, con el artista catalán Julio González. Ambos implantaron significativas innovaciones, como el empleo del hierro forjado.
Asimismo Picasso pintó cuadros cubistas (década de 1930) en los que predominan la armonía de líneas y el trazo curvilíneo. Un cierto erotismo subyacente, reflejó su pasión por su nuevo amor, Marie Thérèse Walter, con quien tuvo a su hija Maya en 1935. Retratada en actitudes de reposo, ésta fue la modelo del cuadro “Muchacha ante el espejo” (1932).
En el 1935 creó la serie de grabados “Minotauromaquia” en donde mezcló los temas del “Minotauro” y los de las corridas de toros. Tanto la figura del toro como la del caballo destripado anticiparon las imágenes del célebre “Guernica”, considerado como una de las obras artísticas más importantes del siglo XX.
En 1937, durante la Guerra Civil Española, los alemanes bombardearon el pueblo vasco de Guernica. Poco tiempo después Picasso comenzó a pintar el enorme mural llamado del mismo modo. La obra se expuso en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de 1937. El cuadro expresa la violencia y crueldad del acontecimiento logrando un aplastante impacto como retrato-denuncia de los horrores de la guerra. Permaneció en el Museo de Arte Moderno de Nueva York desde el 1939 hasta el 1981, cuando regresó a España. El estallido de la II Guerra Mundial hizo que la obra de Picasso se oscureciera y que la muerte fuera el tema más frecuente en la mayor parte de sus obras. (Continuará)