Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

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Algunos de los problemas dolorosos de los pies (I)

 

No tomamos conciencia de que nuestros pies cargan con el peso, por liviano que sea, de todo nuestro cuerpo. Tampoco de que nos trasladan de un lugar a otro. Y así un largo etcétera. Hasta que no padecemos de algún problema que nos haga sufrir les hacemos un mínimo caso. Hay personas que ni siquiera de higiénico.

Hoy quiero dedicar estas líneas a un problema que puede llegar a ser harto doloroso y que, en numerosas ocasiones, puede necesitar de una intervención quirúrgica: el llamado “juanete”.

Éste es un engrosamiento de la articulación de la base del dedo gordo del pie, la articulación metatarsofalángica. Se produce al desplazarse el hueso o el tejido de la articulación de dicho dedo, lo que le obliga a doblarse provocando un bulto óseo de dolor intenso. La propia articulación puede volverse rígida, haciendo difícil o imposible llevar zapatos.

Es un síntoma de mal desarrollo del pie causado por la forma de caminar, por herencia, por el tipo de calzado, heridas u otros motivos. Las personas que sufren de arcos o pies planos son propensas a sufrir estos problemas, así como los artríticos. Un factor importante son las profesiones que conllevan un esfuerzo excesivo del pie.

Hay varias opciones de tratamiento para este tipo de dolencia que varían según su tipo y gravedad. Mas es importante identificar la deformidad pronto para evitar la cirugía. Hay que buscar la atención de un médico podiatra a la primera indicación de dolor porque, si se dejan sin tratar, los juanetes se hacen mayores y más dolorosos, haciendo más arduo el tratamiento no quirúrgico.

Hay varias opciones de tratamiento para este tipo de dolencia que varían según su tipo y gravedad. Pero es importante identificar la deformidad pronto para evitar la cirugía. Hay que buscar la atención de un médico podiatra a la primera indicación de dolor porque, si se dejan sin tratar, los juanetes se hacen mayores y más dolorosos, haciendo más arduo el tratamiento no quirúrgico.

Lo principal es aliviar la presión sobre el juanete y detener la gradual deformación de la articulación. Acolcharlo suele ser el primer paso de un tratamiento. Las vendas ayudan a mantener el pie en posición normal, reduciendo la presión y el dolor.

Frecuentemente se recetan fármacos antiinflamatorios e inyecciones de cortisona para aliviar el dolor agudo y la inflamación causadas por deformidades de las articulaciones.

La fisioterapia, también, se usa a menudo para aliviar la inflamación y el dolor. La terapia de ultrasonidos es una técnica ya popular en el tratamiento de juanetes y el tejido blando asociado a ellos.

Las plantillas para el calzado pueden ser útiles para controlar la funcionalidad del pie y pueden reducir los síntomas y prevenir el deterioro de la deformidad. (continuará)

El Nacional

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