Recordando a Hedy Lamarr, actriz (1)
Merece la pena rememorar a esta actriz nacida en Viena en 1915. Hija de un banquero ucraniano y de una pianista húngara, su infancia transcurrió en selectos internados de Austria y Suiza. Siendo su verdadero nombre Hedwig Eva Maria Kiesler, su precoz pasión por el arte dramático convenció a su padre que la matriculó en la escuela de Max Reinhardt.
En 1932 viajó a Praga y protagonizó “Éxtasis”, film dirigido por Gustav Machaty, en donde interpretó uno de los primeros y más famosos desnudos del cine. El escándalo le costó el divorcio de su primer esposo y el desenlace que le abrió las puertas de Hollywood en 1938.
La Metro Goldwyn Mayer la convirtió en Hedy Lamarr y la hizo actuar en diversos films de poco éxito. Pese a su gran belleza, sus dotes interpretativas eran limitadas. Mas la productora convirtió en elegancia su seductor atractivo y eximida del escándalo debutó en el cine estadounidense con “Argel” (1938), de John Cromwell donde compartió cartel con Charles Boyer.
Fue pareja protagonista de Spencer Tracy en “Esa mujer es mía” (1939, W.S. Van Dyke), con Robert Taylor en “La mujer del trópico” (1939, Jack Conway), con Clark Gable en “Camarada X” (1940, King Vidor) y en “Fruto dorado” (1940, Jack Conway).
Entre sus películas cabe enfatizar “No puedo vivir sin ti” (Clarence Brown, 1941), “Ziegfeld Girl” (Robert Z. Leonard, 1941), con James Stewart, Judy Garland y Lana Turner, “Esquina H.M. Pulham” (King Vidor, 1941) “White Cargo (Richard Thorpe, 1942) o La vida es así (Victor Fleming, 1942), con Spencer Tracy y John Garfield.
Tras la Segunda Guerra Mundial, su carrera comenzó a estancarse. La Metro decidió prescindir de ella. Hedy Lamarr cometió el grave error de rechazar actuar en “Casablanca” y “ Luz que agoniza”, y sus trabajos no fueron aceptables hasta que protagonizó el film de mayor repercusión en su vida artística: Sansón y Dalila (1949) con Victor Mature, tras el cual su carrera cayó en declive hasta su retirada en 1957. Ese mismo año su autobiografía, “Extasy and Me”, contribuyó a empeorar su imagen y Hollywood le dio definitivamente la espalda.
Pese a este triste final, Hedy Lamarr pasó a la historia no sólo por su aportación al cine sino también por sus descubrimientos en el campo de la defensa militar y de las telecomunicaciones. Enemiga total del régimen nazi, durante la Segunda Guerra Mundial ideó, junto a su amigo el compositor George Antheil, un sistema de detección de los torpedos teledirigidos utilizados en la contienda.
Inspirado en un principio musical, el invento funcionaba con ochenta y ocho frecuencias, equivalentes a las teclas del piano, y era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético.
Estados Unidos lo utilizó por primera vez durante la crisis de Cuba, y después como base para el progreso de las técnicas de defensa antimisiles. Finalmente, se le dio utilidad civil en el campo de las telecomunicaciones. (continuará)