La apuesta de Hipólito
Quizá un poco de predisposición haya impedido a algunos dominicanos captar todo el contenido de lo dicho por el ex presidente Hipólito Mejía, al asegurar que si el presidente Danilo Medina logra que Leonel Fernández, del PLD, y Miguel Vargas, del PRD, aprueben la reforma constitucional que le dé paso a la reelección, él (Mejía) se retiraría a Gurabo.
Mejía, pre-candidato presidencial por el PRM (Partido Revolucionario Moderno), cuya convención nacional se realizará el próximo domingo, está seguro, como muchos, que dada la composición del Congreso Nacional, el presidente Medina no cuenta con el número de legisladores suficiente para aprobar la reforma que le permita repostularse.
Levantado el impedimento constitucional, Medina no tendría escollos en el PLD, para ganar la candidatura. Si Fernández prestara su concurso y el de su acólito Miguel Vargas para el logro de ese objetivo, estaría apoyando la repostulación del mandatario. De ahí que Hipólito Mejía se ofrezca para retirarse a su lar nativo si ese milagro ocurriese.
Es dicho repetido que la política se nutre de realidades, no de supuestos. Hay que ver si se aprueba o no la enmienda constitucional. Muchos dudan que eso ocurra. Ahora, si la reelección no pasa por culpa de Fernández y Miguel Vargas, ¿cuál será la reacción del grupo de Medina frente a éstos? ¿Los apoyaría en sus aspiraciones?
Medina no tiene en el Congreso los votos necesarios para pasar la reelección, comenzando con la ley que autorizaría la reforma a la Carta Magna. Y es obvio, que Fernández, por más disciplina partidaria que se alegue, y Vargas, por más que le deba a Fernández, si facilitaran la aprobación, estarían afilando cuchillo para sus gargantas.
Mejía apuesta a agudizar contradicciones en los adversarios. Ha utilizado esa técnica en otros procesos políticos en los que ha competido y ha salido victorioso. Él entiende que es más difícil, aunque no imposible, vencer a Danilo Medina que a Fernández, por lo que hay que estimular la confrontación para debilitar la posible reelección.
Tendría razón si asume que oponerse a la reelección simplemente, por parte de cualquier candidato, es colocarse del lado de los propósitos de Fernández. Alguien puede rechazar la reforma a la Constitución por sentimiento patriótico, pero de paso favorece el interés del sector peledeísta que devoró despiadadamente el erario.
Que la candidatura del actual mandatario resulte más difícil de vencer, no quiere decir que sea imbatible, lo que requiere es más esfuerzo que si se tratara de Leonel Fernández. Ese es el convencimiento de Mejía, quien se perfila ganador de la candidatura presidencial del PRM para luego ganarle al PLD, con el candidato que fuese.