Opinión

Brillante Navidad

Brillante Navidad

Ciudad amurallada con piedras coloniales. Primada de América para su desgracia. Alegre como un merengue campesino de Ñico Lora,

Triste como la guitarra bohemia de Juan Lockward.

Esperanzadora como la canción de René del Risco, “una primavera para el mundo”.

Ciudad Nueva y rebelde durante la Guerra de Abril.

Capital del Nuevo Mundo atrapada en el viejo mundo,

Construida y destruida por mercenarios y traidores.

Botín de guerra para militares, plíticos y religiosos.

Santo Domingo de Guzmán, capital de la República.

Ayer Ciudad Trujillo,

Brillante Navidad para una ciudad peligrosa y fantasmal,

piscinas artificiales contaminadas frente al mar Caribe,

parques de animales asexuales inexistentes.

Búnker de muertos ignorados en el Panteón Nacional.

El Parque Independencia cerrado con barrotes de hierro.

La histórica Puerta del Conde convertida en un burdel rosado.

El Centro de los Héroes, zona libre para proxenetas y mariposas desnudas.

Semáforos y policías en las calles descontrolando el tránsito,

Chatarras conduciendo seres humanos como animales al matadero.

La basura como árbol de navidad contaminando y adornando las calles.

Vertederos para buhoneros descalzos y desnudos.

Caos, anarquía, desorden, violencia y contaminación asimétrica.

Túneles y elevados sobrevaluados por la impunidad.

Edificios altos y bajos autorizados por la mediocridad municipal.

Parque de luces escondiendo la oscuridad.

Refugio de rufianes y mercenarios.

Ciudad sin luz en los ojos de la gente.

Cinturón de miseria rodeando el río Ozama y las cañadas.

La marginalidad degollando la esperanza de los niños.

Miles de méndigos pidiendo un poco de pan.

Jóvenes ejecutados por la Policía en Intercambios de disparos.

En los barrios hambrientos, violencia, drogas, prostitución y juego de azar.

El Parque de Luces en todos los diarios iluminando la mentira.

Las imágenes de brillante navidad en la televisión embrutecedora.

El síndico sonríe satisfecho mientras juega Golf.

La sangre, el dolor y el luto en los suburbios y los cementerios.

Duquesa, nombre monárquico de la corrupción en camiones de basura.

 

El Nacional

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