Con la muerte ayer a balazos por un contingente policial en Bonao de John Percival Matos se pone fin a una cadena de asaltos a bancos que se había constituido en desafío para las autoridades y motivo de consternación y angustia para la sociedad.
Lo deseable hubiese sido que Percival Matos obtemperara el emplazamiento de la Policía y ruego de su familia para que se entregara a la justicia y evitar así ese previsible desenlace.
La muerte de ese exteniente del Ejército impide que se ausculte con mayor profundidad el origen y naturaleza de una banda de delincuentes a la que se atribuye al menos tres asaltos contra entidades bancarias, durante los cuales los forajidos asesinaron a un guardián privado e hirieron a otros tres.
A la espera de la captura de Brayan Paulino y otros presuntos implicados en esos atracos, la población aspira a que el episodio de ayer ponga punto final a esa historia de terror, que ha llevado dolor y luto a las familias de Percival Matos y a las de los guardianes muertos o gravemente heridos.
Sin estridencias
El presidente Danilo Medina ha ordenado mediante decreto la suspensión inmediata de toda operación de venta o reventa de los inmuebles ubicados en el sector Los Tres Brazos, de Santo Domingo Este, con lo que se detiene una transacción con esos terrenos que ha provocado un oleaje de críticas.
Ha hecho bien el mandatario en detener esa operación de venta y titulación de solares que la estatal Corporación de Empresas Estatales (Corde) vendió a una compañía privada, que a su vez los ofrece en reventa a los ocupantes.
Conforme al decreto 392-16, una comisión encabezada por el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Flavio Darío Espinal, tendrá a su cargo rendir un informe al Presidente sobre todo lo concerniente a los terrenos de Los Tres Brazos.
Sin estridencias ni presiones, los comisionados deberán determinar la legalidad o no de esa operación, así como recomendar al Poder Ejecutivo la mejor manera para que los ocupantes de esos inmuebles obtengan los títulos de propiedad de conformidad con la ley.

