Una sargento mayor pensionada de la Policía Nacional denunció que en las instituciones castrenses se cometen muchas injusticias y maltratos contra sus propios agentes.
Oneyda Cayetano Suberví, que dirige una fundación en beneficio de los envejecientes que viven en asilos, se quejó de que una persona pensionada, después de dedicar su vida al servicio, tiene que esperar tres meses para recibir su primer pago de pensión y tres años para obtener sus prestaciones laborales.
En una comunicación enviada a la dirección de El Nacional, la pensionada el 27 de febrero de este año por antigüedad en el servicio se quejó de que en la Policía sólo los que están enllavados, es decir los que son amigos de los superiores, disfrutan de salarios dignos y hasta comidas mejores.
De sus 20 años de servicio en la Policía, los últimos 18 estuvo adscrita a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). En dicha institución sólo viví discriminación y exclusión, ya que el que no está enllavado no merece ni comerse una comida buena, comida que nos descuentan del cheque de la Policía y que sólo son coditos o sardinas, precisó.
Aseguró que en su caso sólo recibía tres mil pesos cada mes, mientras que otros, de los enllavados, recibían 15 y 20 mil pesos por el mismo servicio.
Excluyó de las administraciones malas la del vicealmirante Iván Peña Castillo.