La batalla librada un día como hoy de 1844 en Azua fue la primera defensa que los dominicanos tuvieron que hacer de la independencia proclamada apenas dos semanas antes, el 27 de febrero.
Gracias a la estrategia de Pedro Santana y el valor de Antonio Duvergé las tropas nacionales propinaron una contundente derrota a las numerosas huestes haitianas comandadas por el general Charles Herard.
Al no poder avanzar por la resistencia que encontraron en un pueblo decidido a morir en aras de su soberanía, las bien armadas tropas haitianas optaron por retirarse.
Sabían que se exponían a una sangrienta y humillante derrota de combatir con un pueblo decidido a no ceder ni un palmo de sus principios.
El épico acontecimiento tiene que recordarse en cada fecha para mantener vivo los ideales que motivaron la separación e independencia de esta parte de la isla.