En pleno siglo XXI, el 50 por ciento de los hogares en la provincias que hacen frontera con Haití utilizan la leña y el carbón para cocer sus alimentos, aseguró ayer el director de Desarrollo Fronterizo, Miguel Bejarán. Dijo que ese hecho constituye una grave amenaza para el ecosistema de la zona y un reto importante para el Estado.
El funcionario hizo el señalamiento en el panel “Balance y Perspectiva del Desarrollo Fronterizo en República Dominicana”. La actividad fue organizada por el Observatorio Político Dominicano de la Fundación Democracia y Desarrollo (Funglode).
Participaron, además, el vicepresidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Rafael Paz, y Greidys Rosa, investigador del Observatorio Político Dominicano.
Bejarán manifestó que otro reto importante para las autoridades es la presión de la migración haitiana hacia el territorio dominicano.
Asimismo, consideró que el desarrollo económico y social de las provincias fronterizas amerita de la voluntad política del Estado para incentivar la educación entre sus habitantes, crear empleos e incentivar la dominicanidad.
Precisó que el desarrollo de la frontera implica una visión multidimensional e inclusiva, mediante el análisis de las condiciones de vida de sus habitantes.
“Hay que interiorizar en su bienestar, asumiendo el empleo y la generación de oportunidades como reto; incentivar la educación y la dominicanidad y aprovechar esas características excepcionales para desarrollar la economía”, precisó Bejarán.
De su lado, Rafael Paz consideró que “lograr el desarrollo sostenible de los pueblos fronterizos conlleva la colaboración multilateral de actores que contribuyan con sus competencias y recursos a crear beneficios equitativos para todos”.
Paz explicó el Plan de trabajo del Consejo Económico Binacional Quisqueya y dijo que el mismo tiene como misión identificar, planificar, promover y colaborar con el financiamiento y ejecución de proyectos de inversión rentables en la región fronteriza.
Igual que los demás panelistas, Greidys Rosa propuso la revisión de la Ley 28-01, sobre Desarrollo Fronterizo. Enfatizó en la importancia del papel que debe asumir el Estado en el proceso de desarrollo fronterizo. “El objetivo es desarrollar la frontera. El Estado no debe pretender delegar en el sector empresarial el rol protagónico que le corresponde”, precisó el investigador Rosa.
EL DATO
Los panelistas abogaron por la revisión de la Ley 28-01, sobre Desarrollo Fronterizo, por considerar que es un instrumento imprescindible para el desarrollo económico y social de esa zona.

