Opinión

A rajatabla

A rajatabla

Insularidad.-

A mi retorno de Madrid, donde participé en la Feria Internacional de Turismo, pude leer y oír a líderes de la comunicación censurar la presencia del presidente Danilo Medina en el Foro Económico Mundial, que se celebra cada año en la ciudad de Davos. Un editorialista preguntó “qué hace el Presidente en Suiza”.

Cuando uno cruza el Atlántico tiene la oportunidad de reflexionar desde lejos lo que significa la insularidad como barrera para el desarrollo del pensamiento político, social, económico y académico, como ocurre con gran parte de la clase dirigente dominicana que, más por conveniencia que por ignorancia, rehúsa insertarse en la globalidad del mundo de hoy.

El presidente Medina fue uno de los seis jefes de Estado de Latinoamérica invitado al Foro de Davos, al que asiste la más elevada muestra mundial de la política, los negocios, la academia, el emprendimiento, la finanza, arte, comunicación y tecnología.

A esa reunión, la más trascendente del planeta, mucho más que la del Grupo de los Ocho o de las 20 principales economías, asistieron más de 340 líderes políticos mundiales de alto nivel, incluidos diez jefes de Estado y de Gobierno de África, nueve de Medio Oriente y seis de América Latina, además de los líderes del mentado Primer Mundo.

Es claro que la presencia de Medina en esa peña de la humanidad fue honradora, oportuna y provechosa, porque el Presidente pudo abrevar en la fuente de reflexión mundial más importante, donde concluyen todas las corrientes del pensamiento Norte-Sur vigentes sobre la tierra.

En ese conclave, fundado por el profesor Klaus Schwab, el Presidente pudo escuchar o reflexionar sobre la experiencia del crecimiento económico de la India, expuesto por la primera ministra, Neranda Modi, sobre la censura a la proliferación de formas cruentas de proteccionismo, nacionalismo y aislacionismo, expuesta por la canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

El mandatario también escuchó el discurso del presidente Donald Trump con su ortodoxa proclama de “Estados Unidos Primero”, lo que se interpreta como la declaratoria de una guerra comercial entre las principales economías del mundo. También fue enterado de los posibles causales de otra crisis financiera mundial, que esta vez estaría por el lado de la deuda china.

Con la experiencia de tres días en Davos, el presidente Medina ha retornado con una mejor visión sobre la mentada Aldea Global, la economía mundial, los retos que enfrentan países emergentes y los sectores productivos que deben ser promovidos a nivel de liderazgo para garantizar sostenibilidad al crecimiento económico.

Después de Davos, el Presidente tiene una percepción más reflexiva sobre el progreso sostenible, sobre la brecha social, gobernanza, la tecnología al servicio del cambio y de la equidad social.