La adolescencia es una etapa difícil, tanto para los hijos como para los padres. Para los jóvenes es una fase importante en su crecimiento, en la que definen su identidad e individualidad, pero en la que también, en la mayoría de los casos, está presente la complicada característica que le da dolor de cabeza a los progenitores… la rebeldía, la cual es el resultado de la búsqueda de mayor independencia y autonomía de los chicos.

Desafíos a la autoridad paternal o escolar, desobediencia, es con lo que lidian muchos padres con hijos adolescentes, por lo que les surge la interrogante ¿Cómo evito que se me escapen de las manos?

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Para la psicóloga Nicole Márquez, antes de brindar estrategias para manejar a los adolescentes rebeldes, es importante reconocer unos cuantos aspectos, pues considera que sin estos tres pilares no se puede hacer una conexión genuina con los chicos.

Adolescentes Cómo evitar se nos escapen de las manos — Psicóloga Nicole Márquez

“Primero, la época en la que están creciendo es diferente a la que uno como adulto hoy en día experimentó unos años atrás. Segundo: en la adolescencia, todo es el fin del mundo. Todo es tres veces más grande. Una ruptura, una amiga que creó un chisme, una traición, hasta una mala calificación puede hacer que el adolescente en cuestión sienta que su mundo se viene abajo cuando pasan situaciones fuertes. Es importante validar sus emociones, a pesar de que nosotros como observadores externos sepamos que hay una solución sencilla”, destacó.

Y tercero, “en algún momento, nosotros también fuimos adolescentes. Recordar esto nos permite empatizar con ellos. Como padres, maduramos y estamos en etapas muy diferentes, y en ocasiones no empatizamos con nuestros hijos precisamente porque lo vemos desde una perspectiva externa y superior. Esto es normal, aunque a veces el simple hecho de tener en mente que nosotros también pasamos por esa etapa, que también discutimos con nuestros padres, y que también fuimos rebeldes sin causa, nos ayuda a entender porque ellos actúan de la forma en que lo hacen”, dijo Márquez.

Tras tener los tres puntos anteriores claros, la psicóloga del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades, aconsejó que “es importante que aprendamos a no juzgar, sino a motivarlos a hacer cosas diferentes, proactivas y dinámicas como familia. Fomentar el salir juntos. Preguntarnos: “¿Cómo podemos hacer que el mundo sea su espacio seguro?” O ¿cómo podemos expandir sus horizontes?”.

Estrategias

Mantener una comunicación constante y abierta con los adolescentes.
Establece límites claros y expectativas claras en cuanto a comportamiento y responsabilidades.
Fomentar la autonomía: aunque es importante establecer límites, también es importante permitir que los adolescentes desarrollen su propia autonomía y tomen decisiones.
Trata de conocer los intereses y pasiones de los adolescentes. Esto te permitirá conectar con ellos y encontrar actividades o pasatiempos en los que puedan involucrarse de manera positiva.
Estar presente: dedica tiempo de calidad a los adolescentes. Participa en actividades conjuntas, salidas y conversaciones significativas. Esto les mostrará que te importan y que estás dispuesto a brindarles apoyo.

Es importante recordar que cada adolescente es diferente, por lo que es importante adaptar estas estrategias a sus necesidades individuales.