Editorial

Advertencia

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El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido que el mundo “se encuentra en una nueva y peligrosa fase” del coronavirus, que “se propaga peligrosamente y sigue siendo mortal”, por lo que exhortó a todos los países y a las personas a ejercer vigilancia extrema, advertencia que aquí nadie parece ponerle atención.

El ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, habla de un “incremento moderado” en la incidencia de la covid-19, pero las estadísticas indican que la espiral de propagación del virus retorna a la verticalidad.

Aunque el informe epidemiológico estableció el viernes que 167 pacientes se mantenían ingresados en salas de cuidados intensivos, ante una disponibilidad de 350 camas en monitoreo, lo que preocupa es, según las cifras oficiales, la tendencia sostenida al crecimiento y expansión de la epidemia y, por consiguiente, al incremento de enfermos graves y de fallecimientos.

No resulta exagerado afirmar que el sistema de salud se encaminaría al colapso, como ha ocurrido en decenas de países grandes y pequeños donde las unidades hospitalarias no dan abasto para atender y acoger miles de casos de contagios en condiciones de gravedad.

En un solo día se produjeron en el mundo más de 150 mil casos de contagios, más de la mitad en Latinoamérica, aunque también se reportan rebrotes de la covid-19 en China, sur de Asia y Oriente Medio. República Dominicana superó las cifras de 25 mil infectados y más de 600 muertos.

Parte del liderazgo político parece decidido a ignorar una tragedia sanitaria tan devastadora que puede multiplicar las cifras de contagios y decesos y destruir por completo los cimientos de la economía. Candidatos y partidos han montado tienda electoral aparte y convertido el coronavirus en un producto de campaña.

En el derroche de campaña electoral por radio, televisión, periódicos, revistas y redes, no se menciona por ninguna parte alguna exhortación de los candidatos para que los dominicanos se cuiden del coronavirus mediante el uso de mascarillas, distanciamiento social y aseo frecuente de las manos.

Gane quien gane las elecciones del 5 de julio no desearía heredar un escenario de incontinencia pandémica, con el sistema hospitalario colapsado y un inusitado incremento de contagios, decesos, desempleo, hambre y grave crisis económica, social y de gobernanza. Para controlar la covid-19 se requiere de unidad en la diversidad, sin importar tendencias políticas, religiosas o de cualquier otra

El Nacional

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