La sala Ravelo del Teatro Nacional acogió, del 23 de mayo al 1 de junio, la intensa y conmovedora puesta en escena de «Ahora que vuelvo, Ton», obra icónica de René del Risco Bermúdez, adaptada y dirigida con maestría por Manuel Chapuseaux.
Con funciones a casa llena todos los días, el montaje se convirtió en un homenaje vívido a la nostalgia, la amistad y el inevitable paso del tiempo. El trío actoral compuesto por Francis Cruz, María Emilia García Portela y Erick Roque ofreció una interpretación profunda y emotiva que conectó con el público desde el primer momento.
Especial mención merece Cruz, quien con su dominio escénico y sensibilidad actoral reafirma por qué fue galardonado con el Premio Soberano como Mejor Actor de Teatro.
La obra narra el regreso del protagonista a su pueblo natal tras años de ausencia, enfrentándose a los recuerdos, las ausencias y la transformación del lugar y de sus propias emociones.
Chapuseaux logra una adaptación sobria y contemporánea sin traicionar el espíritu original del texto. El diseño escénico, simple pero evocador, permitió que la palabra y la actuación tomaran el centro del escenario.
Yo que pude disfrutar de «Ahora que vuelvo, Ton» puedo dar fe y testimonio de que es una joya de la literatura dominicana, la cual se enriquece con actuaciones como las de Francis Cruz y bajo la dirección de Manuel Chapuseaux.