Opinión

Ajititi

Ajititi

Homenaje a un genio

Chespirito está muerto de risa.

El mundo del humor es una vecindad que llora a Chespirito.

Chómpiras, nos la robaste.

El “Señor Barriga” flaquea al morir Gómez Bolaños.

La muerte hizo blanco en el Chapulín Colorado.

Chespirito murió sin querer queriendo.

¡Chanfle! Se nos fue un genio.

Sin Chespirito, el mundo está de mal humor.

Roberto Gómez Bolaños sació su amor en Meza.

El Chapulín no contaba con la astucia de la muerte.

El Chavo siempre “murió” en su barril.

La muerte nos golpeó con el chipote chillón.

La muerte es una chiquitolina que empequeñeció el buen humor.

Y ahora, ¿quién podrá defendernos del humor malo que nos oprime?

Se detuvo el corazón del Chapulín.

El Chavo del 8 murió a las nueve.

Profesor Jirafales, la muerte nos ha dado una lección.

¡Llora, llora, Chilindrina, que murió El Chavo!

Don Ramón, no pague la renta, que se acabó la vecindad.

Fue que a la muerte se le chispoteó.

Para qué flores, si estuvo rodeado de Florinda.

Con la muerte, Quico enterró sus diferencias con Chespirito.

Ahora hay una Meza vacía.

Tengo colgado en el corazón el cuadro de comedias de Chespirito.

Pregunta que vale cuarto: ¿quién heredará la fortuna de Chespirito?

Se fue Chespirito. Lo sospeché desde un principio.

“Síganme los buenos”. Y todos fueron al estadio.

Aunque “panda el cúnico”, todos nos iremos.

La muerte de El Chavo enfrió a María Antonieta de las Nieves.

Dios nunca estará aburrido. Allá tiene a Chespirito.

Chespirito debió morir de azúcar, por su ingenio.

¡Viva Vivar, por lo que dijo de Chespirito!

Con Edgar Vivar, Chespirito encontró su “Botija”.

Como si la muerte fuera un juego, 40 mil despiden a Chespirito en Estadio Azteca.

Con la muerte de Chespirito, la pantalla chica bajó a negro.

No por su tamaño, Chespirito siempre fue un niño.

Tras partida de compañero, Vivar está “Noño”.

El Profesor Jirafales nunca borró a Chespirito de la pizarra de la amistad.

¡Fue un remedio! El humor de Gómez Bolaños nunca dolió en la risa.

Se nos fue un genio, y aquí bebemos “humor” de un Pozo.

La vida de Roberto Gómez Bolaños fue un largo metraje.

La muerte no le tuvo paciencia a El Chavo.

Dijo la muerte: “Te vengo a buscar; bueno, bueno, bueno, pero no te enojes”.

El Chapulín contestó: “Mis movimientos están fríamente calculados”.

Sin Chespirito, “no hay de queso, no más de papa”.

El doctor Chapatín fue el remedio de la amargura.

¡Es verdad que murió? “Para qué le digo que no, si sí”.

Cuando la muerte le dijo “vámonos”, el doctor Chapatín le contestó: ¿Insinúa que estoy viejo?

“Sí, cójalo por el lado amable”.

Y se nos fue. ¡Chanfle! ¡Rechanfle! ¡Recontrachanfle!

El Nacional

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