Para arrancar el año
Cuando estas líneas lleguen a vuestras manos e intelecto, habré descendido de las lomas que circundan el pico Duarte en nuestro viaje 39 por los caminos que empezaron a definir en 1929 Miguel Francisco Canela Lázaro (uno de los médicos más brillantes del país, alumno destacado del maestro Rouviere en Paris) y Juan Bautista Pérez Rancier el eximio abogado santiagués apodado “El hombre del Cristo”; esta vez en homenaje al padre Luis Rosario, pionero de las excursiones colectivas al pico Duarte, excelente sacerdote y mejor hombre, fallecido el pasado 28 de diciembre.
Trataba de dejarle en este primer trabajo del 2022 consejos para plantearse una vida decente, pero pienso que solo tienen que seguir los ejemplos de las tres figuras que hemos citado, y de paso le agrego unos párrafos de otra similar, mi amigo Negro Veras, que recién escribió: “Recién cumplidos mis 83 años de existencia, puedo decir que no me siento realizado, porque en mi país no están materializados los ideales por los cuales, al igual que yo, una gran mayoría de mi generación ha trabajado intensamente para alcanzar la felicidad de nuestro pueblo.
Siento orgullo de formar parte de connacionales que han dado los mejores años de sus vidas, con aciertos y desaciertos, siempre en procura de liberar a las grandes mayorías nacionales de la opresión a las que han sido sometidas en lo material y espiritual.
Sin petulancia alguna, libres de vanidad, nos hemos movido en la política sin perseguir beneficios personales. A ella llegamos por convicción, por puros ideales, y sin vacilación la vamos a continuar honrando.
Obrar políticamente y con despego al provecho personal, ha sido la línea de conducta de aquellos que, aunque con la frente arrugada y la cabeza llena de canas, podemos abrir nuestras manos y de ellas no cae al suelo un centavo sustraído al Estado, o laborando en el sector privado”.
Lo expresado por Negro Veras cuenta con la total identificación del que sigue, en el 2022 entregándole “algo más que salud”.
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