Editorial

¡Alto al fuego!

¡Alto al fuego!

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha definido como “acto criminal y ultraje moral” el ataque contra otra escuela de la ONU que servía de refugio a miles de palestinos que huyen de los bombardeos de la aviación israelí. El Gobierno de Estados Unidos también expresó consternación.

En el tercer bombardeo contra refugios de la ONU en la Franja de Gaza murieron diez civiles, con lo que suman ya más de mil 800 palestinos muertos durante los cuatro mil 626 ataques del ejército y aviación de Israel en 27 días de operaciones bélicas.

Sin negar el derecho a defender su integridad territorial, vida y bienes de su población, no hay forma de justificar tan desproporcionada reacción contra territorios palestinos, que incluyen a escuelas, iglesias y hospitales como blanco de ataques.

No basta que Ki-moon reclame rápida investigación y sanciones contra responsables de los ataques a escuelas de la Franja de Gaza regentadas por la ONU, ni que Washington sugiera a Israel que “evite la pérdida de civiles en la ofensiva”. Se requieren mayores esfuerzos para detener la masacre.

Aunque textualmente el secretario de la ONU dijo que los bombardeos contra refugios regentados por esa organización mundial en Palestina constituye “otra brutal violación a la ley humanitaria internacional”, nada ha hecho siquiera para convocar al Consejo de Seguridad para abordar tan dramática situación.

El ministro británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond, ha calificado la ofensiva israelí contra Gaza de “simplemente intolerable”, mientras la Unión Europea ha reclamado el fin inmediato de la violencia, aunque reconoce el derecho de Israel a defenderse de los cohetes de las milicias de Hamas.

A pesar de la censura del liderazgo mundial, la población civil de Gaza está expuesta al recrudecimiento de una masacre de la que también es responsable el grupo extremista de Hamas que ha disparado más de tres mil misiles contra territorio de Israel.

Las potencias mundiales están compelidas a usar toda su influencia para detener el río de sangre que ahoga a la Franja de Gaza, donde los bombardeos han alcanzado a 136 escuelas. El 86% de los casi dos mil muertos son civiles, incluidos 329 niños y 187 mujeres. Una tragedia.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación