Gracias a la tenacidad e integridad del hoy exministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, los principales líderes políticos y los más ilustrados representantes del poder económico fueron procesados y condenados por corrupción. Desde figuras tan ilustres como el expresidente Lula da Silva y Marcelo Odebrecht, entre muchos otros, estuvieron tras las rejas por el caso “lava jato” y otros escándalos que Moro tuvo la valentía de enfrentar. Pero con el cambio político que llevó a Jair Bolsonaro a la Presidencia, el emblemático magistrado se dejó seducir y aceptó el importantísimo cargo de ministro de Justicia. Pensaba que se daban las condiciones para fortalecer el Poder Judicial, pero tras más de un año en el puesto ha tenido que renunciar por las interferencias del gobernante en las decisiones de un órgano independiente. La experiencia ha sido amarga. Al dejar el cargo Moro ha tenido por lo menos el valor de denunciar al Presidente ante el fiscal general de Brasil, quien de inmediato ordenó la apertura de una investigación. Es posible que Bolsonaro, con todos los conflictos que ha provocado, no se salga con las suyas.
El Nacional
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