Editorial

AMET

AMET

La razón por la cual República Dominicana figura hoy en los primeros lugares en el mundo en mortalidad por accidente de tránsito se debe al caos en el tráfico liviano y pesado por calles, avenidas y carreteras que se atribuye a la inobservancia de la ley y a la incapacidad de Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) para afrontar ese escenario infernal. Unidades productivas pierden cada día centenares de horas laborables por tardanza o ausencia de empleados y suplidores a causa del desorden que se traduce en largos taponamientos y torna la vía publica en zona de gran peligro para conductores, pasajeros y peatones.

No es mucho lo que hace Amet para promover el cumplimiento de la ley 241 y sus modificaciones sobre Tránsito Terrestre ni tampoco se conocen programas efectivos de prevención de accidentes, lo que hace temer que definitivamente el tránsito ha quedado bajo control de quienes se creen dueños del país. Se anuncia como gran logro la imposición de miles de multas contra infractores de la Ley de Tránsito, pero resulta que solo el uno por ciento de los conductores paga el importe de la penalidad, lo que indica que la Amet debería hacer mayor énfasis en la prevención.
Ningún agente de tránsito se atreve a requerir a un chofer de guagua voladora, de camión o del concho el cumplimiento de la ley, lo que indica que en el tránsito se ha creado una casta privilegiada de mentados sindicalistas y padres de familia que poseen licencia para matar o violar todas las letras de la ley.

Es común que por autopistas y vías expresas transiten camionetas o camiones repletos de pasajeros, carretas tiradas por caballos, triciclos o motociclistas sin debida protección, sin que ninguna autoridad diga siquiera esta boca es mía. Conductores temerarios e irrespetuosos violan la señal roja en concurridas avenidas ante propias narices de agentes de Amet que parecen desarrollar su trabajo bajo el principio del menor esfuerzo, porque son indiferentes también ante el abuso en que incurren conductores de guaguas de transporte que montan y desmontan pasajeros donde mejor les parezca.

El director de Amet, general Juan Gerónimo Brown, está compelido a relanzar la institución para que de verdad contribuya con la organización del tránsito, aplique un programa de prevención que permita a República Dominicana salir de la lista de países con mayor índice de mortalidad por accidentes de vehículos y que de verdad haga cumplir la ley.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación