Tras la derrota en las elecciones el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha entendido, antes que buscar culpables, que tiene que reflexionar y renovarse para mantenerse como una de las principales fuerzas políticas. El 37% obtenido en las votaciones presidenciales, aunque su cuota senatorial fuera mínima y regular la de diputados, indica que ese partido tiene fuerza para batallar en el escenario político. A su rival en la oposición, Fuerza del Pueblo, liderada por Leonel Fernández, lo superó con alrededor de un 28% de la votación. Con el actual presidente Danilo Medina como líder y estratega el peledeísmo está todavía muy lejos de ser una entelequia. Figuras como su presidente Temístocles Montás y otros dirigentes coinciden en que el PLD tiene, desde la oposición, que pasar por un período de reflexión y renovación para mantenerse como opción de poder. Las rupturas que puedan darse no parecen muy significativas. Curtidos su mayoría en el quehacer político a los principales dirigentes de la organización no se les dificultará identificar las causas de su desplome electoral, siempre que quieran saberlas y después aceptarlas.