(2-3)
Todos los anteriores planes de seguridad ciudadana que han internado implementarse en el país durante los últimos 20 años, apesar de todos los aspectos que han tenido en común, dos temas en particular sobresalen: desarme de la población y regulación de los motoristas y sus vehículos.
El tema del desarme de la población y el de las armas ilegales en manos de los ciudadanos es algo complicado, y no debería entrar en un debate cada vez que se habla del aumento de la criminalidad como si fueran sinónimos, porque la verdad no lo son.
Los últimos gobiernos de los expresidentes Leonel Fernández (1996-2000, y 2004-2012), Hipólito Mejía (2004-2008, aunque este nunca llevó a cabo un plan de seguridad propio si quiso darle continuidad al existente), y Danilo Medina (2012-2020), en sus períodos intentaron aplicar un sistema de seguridad ciudadana, sin resultados positivos.
El plan de Abinader
Dentro del nuevo plan de seguridad el mandatario habló de que se iniciará un innovador programa de compras de armas ilegales con la colaboración de todo el sector social comunitario, sindical, religioso y empresarial, con los que el Ministerio de Interior y Policía abrirá canales de diálogo para su colaboración.
Ahora bien algunas preguntas aún no tienen respuestas: ¿Quiénes son los más beneficiados con el desarme de la población? ¿A quién va dirigido este plan de desarme? ¿A comerciantes, civiles comunes, a ex militares o a delincuentes?
¿Querrá un comerciante, o civil que tenga un arma para defenderse de la inseguridad que vive el país, independientemente de que tenga su permiso vencido o no, o que la tenga de forma ilegal vender su arma?.
¿Qué delincuente o alquilador de pistola o revólver venderá su medio de hacer dinero?
¿Cuánto pagaría el estado por un arma ilegal? ¿Qué pasaría con las armas que han sido robadas y que tienen como se dice en el bajo mundo: “muertos encima”.
La recibirá el Estado y qué responsabilidad tendrá quien la entregue?
Pero además hay datos que no están muy claros. Según el presidente Abinader las estadísticas indican que hay en el país unas 50 mil armas con permisos de las 238 mil registradas.
Se deduce entonces que en la actualidad hay en el país 288 mil armas, que están registradas pero que solo 50 mil de ellas tienen actualizados los permisos correspondientes. Además no se habla de la cantidad de armas con permisos de tenencia y porte.
No se ha hablado de qué se hará con las tiendas de armas establecidas, y cómo se combatirá el ingreso de miles de armas de fuego que de manera ilegal entran cada año por los puertos, y la frontera dominico-haitiana con la complicidad de las autoridades militares, policiales y aduanales.
“Nosotros estamos de acuerdo con el desarme de las armas ilegales, pero con relación a las obtenidas por los hombres y mujeres que lo hacen de forma legal para la defensa y protección de su familia y sus bienes, no estamos de acuerdo”, dijo Grace Soraya Montás, vocera de Asociación Dominicana de Importadores y Vendedores de Armas de Fuego (ADIVAF).
Según Montás con esta medida solo se perjudica a las tiendas de armas y a la ciudadanía, ya que nadie va a una armería a adquirir un arma para delinquir, y esta regulaciones solo son para quienes tradicionalmente cumplen con la ley.
Adquirir un arma
Para tener una pistola o revólver en el país, solo hay que comprarla. Según personas consultadas los requisitos para tener un arma de fuego en el país, aunque parecen los adecuados no se hacen con la responsabilidad que se debe.
Hay que realizarse una evaluación siquiátrica, sin ninguna rigurosidad científica y con un patrón de preguntas sencillas iguales para todos.
Los adquirientes deben ir a un polígono de tiro. Solo hay que ir hacer dos o tres disparo y ya. No hay curso que tomar ni exámenes que pasar sólo disparar y listo.
También deben hacerse una prueba de anti doping.
Precios en las calles
Lo primero que se debe saber es que hay dos tipos de armas ilegales. Las que su ilegalidad corresponde a no tener los papeles de compra y el permiso correspondiente. Y las ilegales por que han sido robadas y usadas en fechorías.
En el mercado informar o mercado negro se compran y se venden armas ilegales y su precio dependerá de las condiciones que tenga, el calibre y la marca. Estos precios oscilan entre 60 mil y 150 mil pesos (usadas y nuevas pero limpias).
En los sectores de mayor índice de criminalidad y marginado se sabe que las armas de fuego pueden ser compradas y alquiladas a precios que pueden variar significativamente dependiendo de lo caliente (usadas en atracos y muertes o robadas a militares) que puede estar.
En las tiendas de ventas de armas los precios dependerán también de la marca y el calibre. Siempre son más caras porque están registradas.
El dato
El decreto 309-06
El expresidente Leonel Fernández emitió ese decreto para prohibir la importación de armas de fuego, partes y sus respectivas municiones para el comercio con particulares. Entonces dos cosas llaman la atención, ¿cómo sobreviven y como se suplen las tiendas de armas que hay en el país?
Requisitos
Para tener un arma de fuego debe adquirirla a través de una armería. Comprar impuestos de Emisión Original (Tenencia y Porte) en el Banco de Reservas (11, 000 pesos), y realizarse las pruebas de siquiatra, polígono de tiro y anti doping, en otros requisitos.
