Opinión

Asesinato y homicidio

Asesinato y homicidio

Generalmente, hay muchas personas y medios de comunicación que no distinguen entre el asesinato y homicidio, cuando ambas figuras tienen elementos constitutivos y sanciones distintas en nuestra legislación penal. Mientas, el primero se define como el individuo que voluntariamente mata a otro se hace reo de homicidio, y el segundo tiene que cometerse con premeditación o acechanza.

La premeditación consiste en el designio formado antes de la acción, de atentar contra una persona o de un individuo determinado, o contra la de aquél a quien se halle o se encuentre, aun cuando ese designio dependa de una circunstancia o condición. La acechanza, a su vez requiere en esperar, más o menos tiempo, en uno o varios lugares, a un individuo cualquiera, con el fin de darle muerte, o de ejercer contra él actos de violencia.

Con frecuencia, se cuelan en los periódicos titulares que hablan sobre el asesinato de una persona, cuando realmente se trata de un homicidio, como ocurrió con el ex rector de la UASD, licenciado Mateo Aquino Febrillet, que fue muerto tras una discusión por asunto político registrada en un restaurant capitalino. El asesinato, parricidio, infanticidio y envenenamiento se castigan con la pena de 30 años de reclusión mayor.

Estas infracciones no aplican para las circunstancias atenuantes previstas en el artículo 563 del Código Penal. Existen homicidios involuntarios, los cuales son aquellos que son cometidos por torpeza, imprudencia, inadvertencia, negligencia e inobservancia, y son castigados con prisión provisional de 3 meses a dos años y multa de 25 a 100 pesos.

Asimismo, nuestra normativa penal contiene la atenuante de la excusa legal de la provocación.
El Código Penal expresa que son excusables, los delitos que se cometen precedidos inmediatamente de provocación, amenazas graves o violencias graves. Cuando se comprueba las circunstancias de excusa las penas se reducirán de acuerdo a una escala establecida, y puede llegar a un mínimo de 3 meses de prisión. Es oportuno resaltar que no hay crimen o delito, cuando el homicidio, las heridas y los golpes de infieran por la necesidad actual de la legitima defensa o de otro.
Hay países donde el homicidio voluntario se denomina homicidio culposo, y se configura cuando una persona causa la muerte de un ser humano, obrando con culpa, sin intención delictiva pero con negligencia.

El Nacional

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