Las clases presenciales iniciaron este martes en las escuelas públicas de la capital con las limitaciones que impone la pandemia del coronavirus.
Algunos planteles divideron los estudiantes en dos grupos para la asistencia a las aulas, y así garantizar el distanciamiento para prevenir el contagio con el virus.
Según la programación establecida, el grupo A asiste 2 días por semana.
El Grupo B tiene presencia en las aulas 3 días por semana. En la semana siguiente los grupos se alternan.
Ese es el argumento de los directores de escuelas que aplican esta metodología para justificar que hoy la asistencia esté reducida hasta en un 50 por ciento.
En otros planteles, como el politécnico Manolo Tavárez Justo, por disposición de las autoridades educativas no se aceptan más de 25 estudiantes por aula y esa división en grupos no existe.
Sin embargo, en un aula donde hay inscritos 20 estudiantes, este martes asistieron 16. En otras aulas del mismo centro la asistencia era de un 50 por ciento.
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A pesar de que la presencia de profesores y personal administrativo fue normal, algunos padres acogieron en todas sus partes la decisión de las autoridades del Gabinete de Salud, de que la presencia a clase presencial fuera voluntaria.
Las medidas de protección contra el virus son estrictas en los planteles del Estado.
En ese sentido el uso de mascarillas y la desinfección de las manos es obligatoria para toda persona que entra a un recinto escolar.
Algunos centros han especializado lavamanos en los patios delanteros para facilitar que los estudiantes laven sus manos con frecuencia. Esta mañana el desayuno escolar llegó incompleto a las escuelas.
Solo llegó la “galleta nutritiva”, pero no el jugo que la acompaña.