La clausura del periódico Elsiglo21.com evidencia, a menos que las autoridades puedan demostrar lo contrario en los tribunales, que los allanamientos, por demás aparatosos, a la residencia y las oficinas del periodista Guillermo Gómez están más relacionados con las graves revelaciones de ese medio que con una investigación sobre el hackeo de los correos electrónicos de la Primera Dama.
Es suspicaz que la pesquisa, en la que no sólo se utilizó un contingente militar, sino hasta helicópteros, se produjera después que el medio anunciara la divulgación de los siguientes reportajes:
Cómo se controla Bienes Nacionales desde el poder, Las vinculaciones de los jueces de la JCE con gentes del PLD, Funcionarios ordenan a empresarios aportar a Danilo Medina, Manipulan concursos desde el Ministerio de Obras Públicas en coordinación con un ingeniero de Santiago, Funcionarios envían dinero a cuentas privadas en el extranjero, El antes y el después de los colaboradores de Danilo Medina y Pagos secretos del Ministerio Administrativo de la Presidencia.
Más razones para catalogar la acción como un abuso de poder es el hecho de que Gómez, propietario de Elsiglo21.com, ha formulado duras críticas a la administración del presidente Leonel Fernández a través del programa Aeromundo, que produce cada domingo a las 10: 00 de la mañana por Color Visión.
Toca la casualidad que el diario digital, dirigido por el veterano periodista Radhamés Gómez Sánchez, también ha sido víctima de hackeo, que lo mantuvieron fuera de la red desde el 30 de diciembre de 2011 hasta finales de enero de este año, y hasta donde se sepa no se ordenó una investigación.
La clausura de Elsiglo21.com como parte de las investigaciones sobre el supuesto hackeo de correos electrónicos de la Primera Dama y candidata vicepresidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es un abuso de poder, que retrotrae a los 12 años de Balaguer. Es el criterio de veteranos periodistas, algunos de los cuales sufrieron en carne viva la intolerancia frente a la libertad de expresión y difusión del pensamiento.
El Gobierno ha sido muy sensible a las críticas a través de medios electrónicos. No se puede olvidar que en marzo de 2008 el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) clausuró un canal de televisión en Santiago con el propósito de callar al comentarista doctor Ernesto Fadul.
Guillermo Gómez ha calificado los allanamientos y el cierre del diario digital, que es lo que ha puesto realmente la tapa al pomo, como un acto intimidatorio, pero ha advertido que no se dejará amedrentar. Y tratándose de un evidente atropello, no queda más que repudiarlo.

