Descubrir Constanza
2 de 2En febrero de 1964, el clima de Constanza era mucho más frío que ahora, y en todo el valle podía olfatearse el penetrante aroma de los pinos y el ajo recién cosechado. Mi compañera, absorta ante aquella belleza, me confesó esa noche -luego de una suculenta cena servida por Doña Cunda, preparada con […]