La liberación sanos y salvos de los técnicos dominicanos secuestrados en Haití mientras trabajan en la producción de una película baja la tensión que el suceso había provocado y mejora las relaciones entre los dos países.
Ahora tienen que aclararse las interrogantes que rodean la sorpresiva captura como la liberación de los hermanos Antonio Gener y Michael Enrique Canpusano Féliz, por cuyo rescate se pedían dos millones de dólares.
Según las versiones los dominicanos fueron capturados por un comando junto a un intérprete haitiano cuando regresaban a Puerto Príncipe de una gira de trabajos. Hasta la fecha de su puesta en libertad, cuyas condiciones todavía se ignoran, se tenían pocas informaciones sobre el caso. El mismo día circuló un video en el que los dominicanos decían estar bien.
Las coincidencias llevaron al Gobierno haitiano a negar que el secuestro de los técnicos guardara algún tipo de relación con la huida a territorio dominicano del exalcalde de Puerto Príncipe, un exgobernador y otros nacionales detenidos aquí por ingresar de manera ilegal y con armas de fuego no declaradas.
A pesar de la inseguridad que planea sobre Haití, donde la violencia y los secuestros para exigir rescates están a la orden del día, el incidente con los técnicos dominicanos debe ser investigado para despejar las sospechas que lo han rodeado desde un primer momento. Si bien los sucesos no han afectado los lazos diplomáticos entre los dos vecinos, por lo menos han generado cierta tensión.

