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Bandas dominicanas

Bandas dominicanas

Avergüenza que en lugar de los estudios o el trabajo productivo una generación de jóvenes de origen dominicano en España se haya dedicado al crimen y el bandolerismo.

Esa buena imagen adquirida por el dominicano por su laboriosidad y superación ha sido manchada por estos muchachos que han encontrado en el narcotráfico, los secuestros, crímenes y atracos su medio de vida.

Bandas juveniles como la Dominican  Don’t Play y los Trinitarios han conquistado un espacio entre los grupos antisociales más peligrosos de  Madrid.

En muchos casos han dejado su vergonzosa y luctuosa impronta. Tras una reyerta entre pandillas de dominicanos que dejó dos muertos y tres apuñalados, la Policía ha desplegado más de 500 miembros en once barrios de Madrid para frenar la violencia.

El panorama es inquietante, más todavía cuando por unos cuantos antisociales la comunidad dominicana tiene que pagar las consecuencias.

Desconcierta que con tanto espacio que brinda España a la juventud para la superación y la formación profesional y que ha sido tan receptiva, una generación de compatriotas se haya descarriado por el peor de los senderos.

El Nacional

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