Santo Domingo, RD.-Si las envasadoras de gas propano constituyen una amenaza a la ciudadanía, peor es las inadecuadas instalaciones de tanques de gas que se colocan a los vehículos, sin ningún tipo de regulación, lo que implica un latente peligro en la población.
Se estima que cerca del 85% de los carros del transporte público utilizan gas propano como combustible, por lo económico que resultan a sus bolsillos, sin tomar en consideración que ponen en riesgo la vida de los pasajeros y de ellos mismos.
La mayoría de los taxis también utilizan gas propano con la finalidad de rendir los beneficios.
Muchos de esos sistemas, instalados hasta en callejones, sin calidad, reparados y sin cumplir con ninguna rigurosidad, convierten a los vehículos en una bomba de tiempo que puede detonar en cualquier momento.
Agravante
Otro agravante es que los propios choferes hacen la instalación, sin tener experiencia ni conocimiento en la materia y, lo peor, no hay una normativa para regular los equipos de GLP que utilizan los conductores como combustibles.
Algunos van más lejos; cuando se le termina el gas del carro le colocan el tanque de la cocina.
La explosión de tanques de gas cuando chocan vehículos ha cobrado la vida de decenas de personas.
Motivos
A medida que comenzó a subir el precio de la gasolina, los transportistas encontraron en el GLP una opción, sin tomar en cuenta el peligro que ello reviste.
Su proliferación ha llegado a un punto que en ocasiones, conductores en las calles se ven acorralados de vehículos con tanques de gas, que de producirse un choque dejaría consecuencias fatales.
Muchos padres han tenido que cambiar de transporte escolar para sus hijos, porque los vehículos que los recogían tenían tanques caseros para GLP.
Peor aún es el hecho de que algunos tanqueros son modificados a través de soldaduras para ampliar su capacidad de almacenamiento, lo que implica una amenaza peor.
Bomberos
Más del 50% de las salidas de las estaciones de Bomberos son para sofocar estallidos de tanques de gas licuado de petróleo.
El jefe del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, general Óscar Guillermo García, sostuvo que de cada 15 salidas que realiza la institución, ocho o nueve son para atender llamadas por explosiones de tanques de GLP. “eso tiene su explicación porque esos equipos son instalados de muy baja calidad, normalmente en talleres de patios, con pocos requerimientos de seguridad”.
“Utilizan cilindro de muy mala calidad, incluyendo el del hogar, pero la válvula de un cilindro de la casa vino para trabajar vertical y el de los de carros de manera horizontal, es decir que los problemas se define en una sola palabra: mala calidad del cilindro y la instalación”, precisó García.
Emplean cilindros reparados y muchos que son de cien libras se cortan y se convierten en tanques de cincuenta libras.
El calor y la alta temperatura que produce el tanque al colocarlo en el baúl, tiende a disparar la válvula de la tubería.
Ya no sólo los vehículos del transporte público están utilizando GLP como combustible, sino que hasta automóviles de lujo les están instalando sistemas de gas profesional.
Frecuentemente se ve a esos conductores que cuando el vehículo está consumiendo mucho tratan de graduar el equipo, sin tener ningún tipo de conocimiento. Una confianza que al final se convierte en un peligro.
Refirió que en varias oportunidades ha planteado a Industria y Comercio la necesidad de regular el uso de los cilindros de gas en los vehículos.
Cilindros reparados
Planteó que los cilindros de mala calidad deben ser sacados del mercado para evitar eventos desastrosos y abogó porque instalaciones de los autos se adecuadas.
García entiende que el mal uso del GLP en los automóviles reviste más peligro que las propias envasadoras, porque el primer caso se produce a diario y el segundo ocasionalmente.
Para el director de la Unidad de Quemados, Eddy Bruno Vizcaíno, una de las quemaduras más peligrosa es la de GLP, porque el grado calorífico de las llamas es más alto y porque penetra la piel.
En alguno casos los propios conductores le dan mantenimiento a los cilindros sin saber manejar ese sistema.
Precios
Los sistemas de GLP se instalan en los talleres desde 7 mil hasta 50 mil pesos, dependiendo de la calidad y del cilindraje del vehículo.
Los equipos semiprofesionales oscilan entre 15 y 17 mil pesos y los profesionales rondan entre 45 y 50 mil pesos, pero en los patios lo instalan hasta en 5 mil pesos.
Otro peligro lo representan las guaguas de las llamadas “plataneras”, que transportan personas, porque utilizan el tanque en la cama, cogiendo agua, sol y sereno.
Muchos pasajeros, a sabiendas del peligro, se montan con temeridad en los vehículos que utilizan ese combustible.
Los pasajeros muchas veces se ven afectados por el olor a gas que inunda a muchos de esos vehículos con equipos mal instalados.
Industria y Comercio
Industria y Comercio tampoco ha tomado medidas de revisión de los equipos de gas en los automóviles.
En su resolución 31 del 7 de este mes Industria y Comercio solo establece medidas de seguridad y prevención de incendio en envasadoras de GLP y en los tanqueros que lo transportan, pero la misma no tiene efectos vinculantes al uso de ese combustibles en vehículos del transporte público.
Sustituyen cilindros
En la calle Central entre Duarte y Albert Thomas hay un puesto de venta de tanques domésticos reparados, donde se suplen muchos choferes del transporte público para instalarlos a sus vehículos.
Expertos en instalación consideran que un sistema de GLP bien instalado es más seguro que cualquier otro combustible porque en un accidente la válvula se cierra.
En los centros especializados en instalación de gas dan tres años de garantía, como es el caso de Autogas Lovato, en Villa Juana.
Ramón Antonio Montuno, quien tiene más de 30 años instalando equipos de GLP a vehículos de todo tipo, afirma que ese sistema bien instalado es más seguro que el de otro combustible, porque en cualquier impacto que tenga el vehículo el tanque se cierra automáticamente.
Los sistemas computarizados son los más seguros y la vida útil de un tanque es de cinco años, pero los transportistas del concho duran con ellos hasta que se dañan o explosionan.
Un tanque bueno está por encima de los 9 mil pesos pero buscando economía los choferes del concho prefieren comprarlo hasta a menos de mil pesos.
Los mejores fabricantes de tanques de gas son los italianos, especialmente las marcas Romano, Royal Gas y Lovato.
Cada seis meses se debe dar mantenimiento a las instalaciones de gas, pero la mayoría de los conductores no cumplen con esa medida preventiva.
Una de la ventaja del gas es que el consumidor se ahorra alrededor de un 50% en comparación a la gasolina.
Para el conductor Elías de Jesús, si los conductores no utilizaran gas licuado el pasaje estuviera más caro, sin embargo, reconoce que el gas es una bomba de tiempo.