Es imprescindible que el presidente Danilo Medina paute rediseñar la estrategia correcta de la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CDEEE), dentro del Pacto Eléctrico que se contempla discutir, de manera que el emporio estatal resulte eficiente, genere beneficios y supere la etapa de los cortes eléctricos en lo que llevamos 40 años de zozobras, angustias y pérdidas descomunales y criminales.
Un primer error que a esta altura resulta cuasi imposible corregir consistió en el presidente permitir que el vicepresidente de CDEEE, Rubén Jiménez Bichara lo convenciera de construir dos plantas a carbón a un costo de U$1,900, con el requisito de un préstamo del Gobierno para ese fin, cuando empresas de China, USA, Noruega, Alemania, Francia, Italia, Corea del Sur y Japón hubiesen ejecutado el proyecto sin costo para el contribuyente, como resultará ahora.
Pero sobre todo, con la opción más económica en cuanto a combustible, gas natural, no carbón, la más contaminante, no obstante la dispensa del Protocolo de Kyoto que consiguió Jiménez Bichara en la capital nipona,
En los 17 meses y medio de Gobierno del presidente Medina, el subsidio a la electricidad ha reportado US$4,700 millones, conforme reveló el vice de CDEEE el 12 de este mes de noviembre, pagando por ese concepto manicomial US$3,200 por minuto, inclusive a generadoras que cobran apagadas, como Cogentrix.
Esos desaciertos que gravitan como un fardo insoportable en la economía nacional, en el Presupuesto y Ley de Gastos del Gobierno es preciso cortarlos de cuajo, como el desborde de la ciminalidad que mantiene en vilo a los que por costumbre nos comportamos correcto, respetando las leyes y a nuestros semejantes.
En las declaraciones citadas, Jiménez Bichara expresó que las dos costosísimas plantas a carbón que se erigen en Punta Catalina, provincia Peravia, con el aval como siempre incorrecto, insopesado y como recuas en un trillo por el Congreso, dominado toda la vida republicana por las instancias del mandón de turno, solucionarán el 50% del problema eléctrico, obviando de manera sospechosa que generación no es la clave de CDEEE, sino un eslabón de la cadena.
Los otros eslabones son las redes obsoletas del sistema que desperdician un 35% de la generación, los vencimientos a los generadores que hoy rondan los US$900 millones, eliminar las distribuidoras que son zánganos en un panel de abejas, y podar bajito la súper nómina, sobre todo el capítulo de l0l “asesores”, entre ellos, el ex vive de CDEEE, César Domingo Sánchez Torres, con un salario de RD$500 mil mensual y Pedro Domínguez Brito con RD$300 mil en el departamento jurídico que tiene 48 “asesores”, copia de nómina que poseo y puedo ceder el presidente Medina cuando disponga, de no saberlo.
La deuda del sector público consolidado en 2012 cuando asumió el poder el presidente Medina era de US$25,216.2 millones y al 2014 es de US$30,707.8, un subión de US$5,491.2 millones en 17 meses, un gran record y un gran averaje, pésimos los dos.(Andy Dauhajre, El Caribe 10-11-14).
CDEEE requiere de una terapia profunda, una revaluación seria y eficaz, un bisturí diestro y honesto que extirpe sus lacras y consigan proyectarla como la institución de servicio que la ciudadanía aspira y merece.

