Reportajes

“Buzos”

“Buzos”

Exactamente a las 8:15 de la mañana, con la puntualidad como si se tratara de una empresa, en donde se debe ponchar una tarjeta de entrada, Anthony Florián, de 39 años, llega al lugar donde se gana la vida. Tiene más de 15 años en este tipo de trabajo que, aunque podría catalogarse de alto riesgo y sus beneficios son mínimos, es lo único de lo que vive. Es “buzo” en el vertedero de Duquesa.

Todos los días espera en el mismo lugar el camión compactador de basura (único medio de transporte para llegar y salir) en el que se transporta para llegar a un mar de desperdicios en el citado vertedero, ubicado en la localidad Los Casabes, de Villa Mella, del municipio Santo Domingo Norte.

Espera tener un buen día, pues el clima le favorece. Es un día soleado y con una fresca brisa característica del mes de diciembre.

Su atuendo es simple, una sucia camiseta de color indefinido, pantalón largo gris, tenis sucios y rotos con diferentes marca y número, y una gorra de color rojo con la publicidad de un producto. En sus espalda y hombros un sucio saco que le sirve para cargar lo que consiga. No tiene mascarilla ni guantes, no los necesita, la inmunidad adquirida con el tiempo trabajando en la suciedad le protege.

Florián, quien es recolector de papel en Duquesa, dice tener 15 años trabajando en ese vertedero y que de ahí se mantiene con los recursos que se gana diariamente, que rondan entre los 300, 400 y 600 pesos, aunque hay días que puede lograr hasta 900 pesos.

“Yo vivo en el batey Los Casabes y normalmente vengo a trabajar al vertedero a las 8:00 de la mañana y me voy a las 6:00 de la tarde. Cuando el tiempo está malo yo me gano entre 300 y 400 pesos diario, y si el día está bueno podría ganarme hasta 900 pesos, éstos no son días normales”, precisó Florián.

El ambiente en Duquesa es dantesco. Una mezcla indescriptible de malos olores por la putrefacción de animales y descomposición de los desechos, enjambre de moscas gigantescas, vacas, cerdos y garzas, que a pesar de su plumaje blanco, parecen buitres en espera de carroña para comer. Los hombres y mujeres (buzos) con sus harapos y sacos al hombro, parecen zombíes que se mueven de un lado a otro en busca de algo para seguir viviendo.

“Este vertedero es como nuestra empresa. Aquí desayunamos, comemos, y hacemos nuestras necesidades. No tenemos jefe, horas de entrada ni de salida, pero tenemos horario de trabajo. Aquí trabajamos cada uno en lo suyo. Quien recolecta papel, no le interesa el plástico ni el vidrio”, agregó el “buzo”.

Hombre “buzo”

Según el diccionario en la red de la Real Academia de la Lengua, buzo es el hombre que tiene por oficio trabajar sumergido en el agua y respira con auxilio de aparatos adecuados manejados en la superficie.

El término “buzo” se usa también en Republica Dominicana para referirse a estos hombres, mujeres y niños que se ganan la vida hurgando en los zafacones y en los vertederos improvisados en toda la ciudad. También son “buzos” los individuos que se trasladan a los vertederos establecidos, en busca de cualquier cosa que se pueda vender, rehusar o reciclar, y así ganarse el sustento de vida.

Son aproximadamente 800 hombres y mujeres que vienen diariamente a este vertedero en busca de tres objetivos básicos. Papel blanco (periódicos, revistas, libros, papel bond etc.), cartón y plásticos duro, además de cualquier cosa que se pueda vender o volver a usar.

El plástico duro es vendido entre 2.50 y 3.00 pesos la libra, el papel blanco y el cartón se cotizan 2.70 pesos el kilo.

Aunque el ingreso de los buzos está por encima de cualquiera de muchos salarios mínimos, este tipo de oficio es humillante, y con el tiempo la carencia de beneficios marginales, principalmente de seguro médico, los llevan a un camino sin retorno, a la pobreza extrema, insalubridad y muerte.

En otros tiempos podía conseguirse botellas de vidrio, hierro, cobre y otros metales. Hoy día, los “buzos” de las calles y los empleados de los camiones recolectores de desperdicios se quedan con todo lo que se pueda vender inmediatamente. Además, muchos hombres y amas de casas optan por guardar cosas que puedan vender a las guaguas plataneras con altoparlantes que recorren los barrios comprando todas las cosas viejas.

La mayoría de los “buzos” provienen de Los Casabes y Duquesa, que son los barrios circundantes al vertedero. Otros de los barrios La Zursa y la Ciénaga, de la capital. No es extraño que todos provengan de los sectores más pobres del gran Santo Domingo, en donde las oportunidades de empleo y chiripeo son mínimas. Un 85% de los “buzos” son haitianos, hijos de haitianos indocumentados y excañeros.

EN NÚMERO

400
Camiones
Entran diariamente al vertedero de Duquesa a depositar unas 4,000 toneladas de desechos sólidos. De esta cantidad 36 toneladas de cartón, papel y plástico duro son recolectadas por los buzos todos los días y destinado al reciclaje.

EL DATO

Exportación
Un total de 902 millones 220 mil 767 dólares en los últimos seis años fue el valor que exportó el país en desperdicios de metales, vidrio, plásticos, papel y cartón, según datos estadísticos del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana. (CEI-RD).

El Nacional

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