Opinión Carta de los Lectores

Cambios en la OEA

Cambios en la OEA

La Organización de Estados Americanos necesita tener una nueva cara. Es un organismo carcomido por la burocracia y un papel de segundón de la política para América Latina de los Estados Unidos.Por años, ha sido amiga de dictadores, de gobiernos militares, y enemiga acérrima de todo lo que huela a gobiernos liberales, de neo-izquierda o progresistas.

En su día a día, la OEA se aleja del sentir popular de los pueblos de la región y se puede decir que se legisla para la derecha y la ultraderecha.Ya hay un nuevo secretario general, que tomará las riendas de la OEA en el mes de mayo. Muchos esperan que al no ser representante de un país grande y poderoso de la región, pueda sintetizar el espíritu de los cambios que son necesarios en el organismo.Albert Ramdin, el nuevo secretario general de la OEA, viene de Surinan, donde el turismo es su principal actividad, y busca subsistir teniendo en el panorama el devenir de América Latina.

No es un desconocido en el manejo intestino de la OEA. Ya ocupó por varios años la sub-secretaría general, y se distinguió por ser una persona de muy bajo perfil. Ahora queda por ver hacia done se dirigirá su mandato.Tiene platos fuertes a la vista con Cuba y Venezuela.

Estos dos países se mantienen en rebeldía con la política tradicional de los norteamericanos y en forma permanente son fustigados por la OEA. Cierto que tanto Cuba como Venezuela necesitan cambios y modernizar su vida pública, pero ellos son los dueños de su destino y no debe haber una permanente intervención solapada de solidaridad para un sector.Luis Almagro sale de la OEA sin grandes realizaciones.

Careció del vigor y la independencia necesarios para conducir un organismo postrado a los Estados Unidos. Aparte de que siempre estuvo con el látigo del ataque para los gobiernos progresistas de la región.La OEA no debe ser eliminada, pero si modernizada y que se convierta en un organismo de apoyo para todos los gobiernos de América Latina.

Pero mientras imperen las decisiones norteamericanas, y los yanquis sean su protector económico, nada cambiará.Además, queda por ver cuál será la línea de Donald Trump para con este organismo. De seguro lo utilizará para el beneficio de su línea política, y tratar de soliviantar a gobiernos progresistas de la zona.Hace falta un nueva OEA, que sea independiente, que esté al tanto de los problemas regionales, y no una organización que como pasó en el 1965 con la intervención militar norteamericana al país, ponga trabas a la paz y el progreso regional.

Por: Manuel Hernández Villeta

El Nacional

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