La Cancillería dominicana guardó silencio este lunes sobre la incursión de policías haitianos al territorio dominicano ayer, en Dajabón.

Policías de Haití cruzaron la verja que divide a ambas naciones y entraron al territorio dominicano, lanzaron bombas lacrimógenas, incautaron y destruyeron mercancías en el mercado binacional.

La actitud de los policías haitianos obedece a la decisión de las autoridades de su país de no permitir el mercado binacional que se desarrolla en esa parte de la frontera.

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Esta mañana, El Nacional hizo ingentes esfuerzos, por diversas vías, de comunicarse con el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, sin conseguirlo.

La situación añade un nuevo ingrediente a las tensas relaciones entre Haití y República Dominicana, agravadas desde que las autoridades haitianas decidieron construir un canal para desviar el río Masacre y el presidente Luis Abinader decidiera cerrar la frontera por las vías aérea, marítima y terrestre.

La medida ha afectado gravemente el intercambio comercial en la frontera, que mueve miles de millones de dólares.

Sin actuar

Informaciones periodísticas reportadas desde Dajabón indican que miembros del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) y el Ejército observaron sin actuar las actuaciones de los policías del país vecino.

No obstante, garantizaron la seguridad de los comerciantes dominicanos y de las personas que se mantenían haciendo transacciones de compra y venta en el mercado binacional.

El Cesfront y el Ejército dominicano reforzaron ayer la seguridad y aumentaron el patrullaje en esa parte de la frontera, con el objetivo de evitar daños a la propiedad y a las personas por parte de los agentes vecinos.

Las mismas fuentes indican que comerciantes de Dajabón realizaron un recorrido por la calle Capotillo y zonas aledañas al mercado binacional para cerrar locales y desalojar de la vía pública a los comerciantes haitianos que venden ropas, productos agrícolas y otras mercancías.

Comerciantes dominicanos se quejaban de que los militares no reaccionaron ante la provocación.