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Carbón activado, un aliado perfecto para tu rutina de belleza

Carbón activado,  un aliado perfecto para  tu rutina de belleza

Seguro en los últimos meses has escuchado hablar mucho sobre el carbón activado, debido a que el público se ha volcado por lo orgánico y natural.
Este producto es de origen vegetal y tiene la propiedad de absorber gases, químicos, metales pesados, proteínas, desechos y toxinas, por lo que es utilizado para limpiar y desintoxicar el organismo de una manera segura, por lo que se ha vuelto muy popular.

Te sorprendería la cantidad de usos que tiene. Por ejemplo, lo puedes usar para purificar el agua potable, utilizarlo como medicina para casos de intoxicación y ¡para tu rutina de belleza! En realidad a este último punto era que queríamos llegar, pues la carbotecnia, como también es conocida, puede convertirse en tu amigo inseparable a la hora de realzar tu belleza.
Cabello: puedes usar el carbón activado o carbón vegetal ya que es un detox capilar, pues elimina todas las impurezas que se acumulan en el cabello. El shampoo basado en este producto elimina la molesta grasa del cuero cabelludo, le devuelve el brillo natural y, lo mejor de todo, le agrega más volumen a tu melena.

Hermosa sonrisa: puedes utilizar este producto natural para blanquear los dientes. ¿Qué necesitas? Carbón activado en polvo y agua. Cepilla por 3 minutos y luego enjuaga. También puedes espolvorear tu pasta dental sin flúor con el carbón y cepillar normal. A los pocos días podrás ver los resultados.

Piel: una vez a la semana puedes aplicarte en el rostro una mascarilla de carbón activado para limpiar los poros y eliminar el exceso de grasa. Gracias a esto podrás también decirle adiós a las molestas espinillas o acné.

Desodorante: ¡Si! Aunque no lo creas, lo puedes utilizar hasta para eliminar el mal olor de las axilas. Te dijismos que servía para muchas cosas.

Solo necesitas mezclar 4 cucharadas de aceite de coco con 2 cucharadas de polvo de carbón activado, 1/3 taza de almidón y 1/3 de taza de bicarbonato de sodio, y ¡vualá!