Normas copiadas
Señor director:
Desde hace dos semanas la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ocupa grandes cantidades de cocaína, marihuana y crack y apresa a extranjeros, sobre todo venezolanos y colombianos, que junto a dominicanos están involucrados en el criminal negocio de las drogas.
Tales informaciones, truncadas y sin mayores detalles, han sido recibidas por la ciudadanía con una preocupante indiferencia, debido a que la agencia antidrogas no revela los nombres de los apresados, ni otros detalles de las pesquisas que den una idea de la magnitud del caso.
Cuando una persona comete un homicidio, un robo a mano armada, una violación sexual, o falsifica un documento, o secuestra a otro, su nombre no se debe revelar, pero el de su víctima sí, porque así lo dispone el Código Procesal Penal.
Para algunos se trata de un capricho de los mayores generales Manuel Castro Castillo, jefe de la Policía Nacional, y de Julio César Soufffront Velásquez, de la DNCD, no de un mandato del “moderno” Código Procesal Penal vigente.
El procurador general de la República, el doctor Francisco Domínguez Brito, exige en forma vehemente que DNCD y la Policía no revelen las identidades de los detenidos sin tomar en cuenta el crimen o delito que le sea imputado.
Ahora cualquier persona acusada de cometer un robo, un asalto, o de asesinar a su pareja, debe ser protegida en cuanto a su identidad y su situación jurídica, como si se tratara de una persona privilegiada con un fuero especial.
No es que a los detenidos o acusados de un delito o crimen se les condene antes de ser llevado a juicio, pero no que se prohiba identificarlo o dar detalles del proceso.
Esta norma, copiada de otros países con legislaciones más actualizadas y avanzadas que la nuestra, arrastra inconvenientes que tarde o temprano van a repercutir en forma negativa en esta nación de negros y mulatos que se jactan de decir que son descendientes de europeos y se niegan a mirar hacia Africa.
Para estar a la moda queremos aplicar las mismas reglas que rigen en países desarrollados, donde las sociedades funcionan con otro nivel de eficiencia.
Las modas suelen ser muchas veces elegantes, pero en otras muy aberrantes.
Atentamente,
Ruddy Germán Pérez.
Periodista.