Superación de la mujer
Señor director:
Muchas han sido las veces que me he sentado a contemplar la entrada y salida de los estudiantes en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
De igual modo, llevo varios años observando las estadísticas que arrojan las investiduras que se llevan a cabo en la más antigua universidad del continente americano con respecto al género preponderante entre los nuevos profesionales.
Pero la reflexión que hago no es únicamente alrededor de la UASD.
Igualmente, trato de relacionarme con los números de los graduados en otras instituciones de estudios superiores y que desarrollan una buena labor en el sector privado.
Lo que veo, no es exclusivamente en el área de la educación. También abarca las áreas política, sindical, social y religiosa.
En cualesquiera de los ámbitos que incursionemos, nos encontraremos que la mujer ha avanzado con fuerza.
El poder femenino se está abriendo paso a base de su inteligencia, dedicación, entrega y persistencia en prepararse para dirigir la sociedad dominicana.
Habrá quienes consideren que al sexo femenino le faltará mucho, pero la contundencia de las estadísticas demuestran que no.
Nos dicen que -de buenas a primeras- serán nuestras mujeres las que estarán al frente de los más importantes estamentos de Poder.
Contrario a como sucedía en los tiempos de mi inolvidable doña Negra (la mujer que me proporcionó la vida), las mujeres de ahora usted las ve fajadas en los estudios, desafiando todas las vicisitudes y persistiendo para alcanzar una profesión, como forma de integrarse a la movilidad social.
La mujer de hoy no es la que – como en los años pasados- se metía en amores con un hombre para garantizar su estabilidad económica y debía aguantar las más humillantes vejaciones de su marido.
Asimismo, las jóvenes actuales -aunque las hay que aún no han hecho conciencia de su papel en la sociedad- superan por mucho a la población varonil que busca un título profesional en las universidades dominicanas.
Por éso, no debemos sorprendernos al ver cómo ellas han pasado al primer plano en el manejo de las instancias locales.
El Poder Femenino en la República Dominicana es una realidad.
Sólo hay que irse a las estadísticas.
Falta muy poco para que nos dirijan abiertamente.
Atentamente,
Domingo Batista