Anécdotas abril del 65
Señor director:
Durante la Guerra de Abril de 1965 ocurrieron situaciones jocosas, que hoy son motivo de risas, y que pocos imaginan que ocurrieron en medio de los combates, las negociaciones y tensiones que se vivieron en esa época.
Una de esas situaciones se produjo en el puesto de chequeo de la calle París, en el corredor de seguridad que instalaron soldados de la 82 División Aerotransportada, de los Estados Unidos, para controlar la entrada y salida a Ciudad Nueva.
Cada persona que entraba o salía de la zona constitucionalista debía colocarse de espalda, levantar los brazos y esperar que el soldado realizara un rápido registro, situación que aprovechaban algunos para insultar y maldecir a los marines que no hablaban español.
“No me registre hijo de tu maldita madre”, manifestó en una ocasión un hombre de Guachupita, mientras esperaba de espaldas que un alto soldado rubio lo palpara para determinar si llevaba armas o cualquier otro objeto.
“Déjate registrar, hijo de la maldita tuya”, respondió el marine, que resultó ser un puertorriqueño, nativo de Guainabo, quien hablaba español y conocía todos los refranes dominicanos.
Una situación desconocida para muchos es que los jóvenes limpiabotas que se dedicaban a lustrar los calzados de los soldados extranjeros, no aceptaban dinero, sino distintos artículos comestibles y de uso diario.
“Give me flour, ham, sugar or cheese”, eran las respuestas de los limpiabotas a los soldados que pretendían pagar con 25 centavos de dólar la limpieza de sus botas.
Eso ocurría porque Santo Domingo quedó desabastecido a causa de la paralización del comercio y de los saqueos de establecimientos que estaban a merced del público durante la contienda.
Otros pedían a los soldados cepillos dentales, abrelatas, café instantáneo, que constituyó una sorpresa para los dominicanos porque sólo se debía agregar el polvo al agua caliente, y el café ya estaba colado.
Fue también en esa época, en 1965, en medio de la Guerra de Abril, que los dominicanos conocieron la marihuana y la cocaína que eran de consumo frecuente entre los soldados extranjeros.
Además, fue en esa época que los alrededores de la a venida Duarte con París, se convirtió en una zona de “tolerancia” cuando los marines acudían a la zona en busca de jóvenes dominicanas, que por unos dólares aceptaban tener sexo con los extranjeros. Esas fueron cosas que ocurrieron de la Guerra.
Atentamente,
Ruddy Germán Pérez