Preocupación y gratitud
Señor director:
Luego de tres años y medio de un tortuoso proceso penal, fue condenado a 20 años el asesino de Claudio Francisco Caamaño Vélez. Justicia tardía es justicia denegada, pero al menos podemos sentirnos más tranquilos.
Queremos agradecer a las personas que durante todo este proceso estuvieron a nuestro lado, familiares y amigos, acompañándonos, llamándonos o escribiéndonos, para animarnos a seguir adelante, recordándonos que no estábamos solos. Ustedes fueron una luz en este oscuro túnel.

Queremos agradecer a nuestros abogados Jhonny Peña y Héctor de la Mota, quienes asumieron este proceso con tenacidad y valentía. Así mismo al doctor Cándido Simón, quien puso su vasto conocimiento a nuestro favor, integrándose a nuestra barra de abogados y siendo un ente fundamental en este resultado. Gracias a ellos que asumieron este caso con personal compromiso.

De esta misma forma expresamos nuestra satisfacción del rol jugado por la Fiscalía del Distrito Nacional, en las personas de los magistrados Dante Castillo y Dennis Silvestre, quienes asumieron el compromiso y el carácter de que la justicia que teníamos tanto tiempo esperando por fin llegara. Nuestro sincero agradecimiento, deseando que algún día todos los funcionarios de ese órgano actúen con ese ímpetu y compromiso.

De la misma forma expresar nuestra conformidad con el tribunal que conoció el caso, sin duda integrado por juezas calificadas, que mostraron una gran capacidad. No nos dieron la condena que pedíamos, pero no fue por su voluntad, sino más bien porque la mafia a la que pertenecen los criminales, en base a amenazas y agresiones, se encargaron de dejarnos sin testigos fundamentales.

Los dos cómplices fueron descargados. No cesaremos. Continuaremos hasta que todos los implicados en el asesinato de Claudio Francisco sean debidamente condenados.

Lo que más nos duele y nos preocupa, es que si esto ocurrió con nuestra familia, que cuenta con el cariño y el respeto de tantas personas, qué será de nuestro pueblo. Miles de familias que jamás llegan a tener justicia. La trágica muerte de Claudio Francisco nos permitió conocer la realidad del sistema de justicia dominicano, una realidad que hay que cambiar a como dé lugar.
Gracias a todos, y un fuerte y sincero abrazo.
Atentamente,
Familia Caamaño-Vélez