Epidemia de dengue
Señor director:
Sin importar la estadística acotejada de Salud Pública, los muertos por dengue (enfermedad tropical) son más de los que podamos imaginar e irrita escuchar a la ministra culpar a los médicos, por no manejar adecuadamente el protocolo. Y es pertinente preguntar: ¿solo los galenos que laboran en los hospitales son culpables? ¿No es función del ministerio supervisarlos? ¿Ignora la ministra que en vez de denunciar le toca actuar? Lógicamente luego de investigar si estos cuentan con lo necesario en los hospitales y por indolencia dejan morir a los pacientes.
Algunos entendemos que a la doctora Altagracia Guzmán Marcelino le he más fácil agarrar como chivos expiatorios a los médicos, que admitir la incapacidad del gobierno para controlar ese mal endémico que requiere prevención. Lo hacen países del área con más habitantes que el nuestro, pero quienes los gobiernan entienden que la salud es un asunto de vida y por eso las muertes son mínimas.
Quienes dirigen instituciones de servicio tienen un ego tan extravagante, que es mucho pedirles que admitan su falta de humanismo, máxime con los pobres que son los que generalmente aportan los muertos.
Tienen un máster en culpar a otros de los males que dejan crecer con su irresponsabilidad, y muy bien les irá con los muertos del dengue, porque la venda de nuestra justicia es inexistente para los que mandan y violan hasta el fundamental derecho a la vida.
En todos los hospitales abundan los médicos haciendo lo que pueden y no lo que deben, porque los insumos brillan por su ausencia. Hay quienes llegan con un pariente boqueando e inmediatamente tienen que salir a comprar medicamentos, pero cuando llegan con estos ya el paciente es un cadáver.
Y es una insensatez culpar y pretender que solo los médicos lloren los muertos, y el Estado inocente, a pesar de que su responsabilidad es suplir los hospitales de instrumentos y medicamentos.
Es injustificable que con tanto dinero del erario que dilapidan, los ministros, vice- ministros, legisladores y otros enganchados en el peledeísmo gobernante, se mueran tantas personas de dengue, y la cantidad la minimizan autoridades indolentes y siempre prestas a defender al gobierno.
Se hacen no saber que sus defendidos deberíamos ser los contribuyentes, quienes pagamos sus lujosos sueldos, para que naden en la abundancia e incluso viajen al exterior, para curarse hasta de una gripe de esa que se curan con brebaje.
Atentamente,
Lic. Teresa Gómez