Completivo esencial
Señor director:
Casi toda la comunidad internacional se volcó en contra de la República Dominicana juzgándola y condenándola sin escucharla, y acusándola de racista, xenófoba y antihaitiana, solo con el propósito de beneficiar a la comunidad haitiana que habita en nuestro territorio de manera ilegal pero que compite en número con los nacionales dominicanos, evidenciando lo que bien se conoce como “una invasión pacífica” en nuestro territorio, realidad ante la cual el país, aun siendo grave su caso, no haya amparo en ningún capítulo de las agendas internacionales de derechos humanos.
¿Desconoce el Presidente Medina los propósitos de esa embestida contra el país que él dirige, y que amenaza con anularnos como país libre y soberano? El presidente es el ciudadano más informado, y sabe que esas amenazas no se iniciaron en el 2013, sino que se aceleraron, y fruto de ello, a cada evento internacional que las autoridades dominicanas (incluido el presidente Medina) asistían, se encontraban con un boicot, un cuestionamiento donde se les enrostraba a seguida la condición de antihaitiano, racista, y violadores de los derechos humanos.
Esta plataforma perversa de descredito internacional no es más que un diseño del gobierno de Haití, la comunidad de traidores en República Dominicana, y organismos internacionales.
El presidente ha de recordar que, presa del enfado, acorralado él en medio de su disertación, tuvo que enfrentar al presidente del CARICOM, y aconsejarle que gobernara su país, y lo dejara a él gobernar a la República Dominicana.
En otro evento, el Dr. Roberto Rosario, Presidente de la Junta Central Electoral, hubo de levantar el orgullo y la dignidad nacional, cuando con voz enérgica le recordó a la O E A su histórica intervención en los asuntos internos y soberanos de la República Dominicana. Meses más tarde, en el 2015, también los jueces del Tribunal Constitucional, al participar, como invitados, en una actividad en Puerto Rico, también se encontraron con una situación incómoda, donde incluso hubo amenaza de solicitud de apresamiento.
Haciendo causa común en contra de la víctima, hubo un consenso de naciones, todas ellas aplicadoras compulsivas de restricciones contra la migración ilegal, pero, contradictoriamente, se erigieron en “papá pegón” de la República Dominicana, ordenándole lo que debía hacer.
Atentamente,
Melania Emeterio R.