Es una vida, la de Julia de Burgos, que podría ser motivo de inspiración para poetas, directores de cine, novelistas y para el más simple de los seres mortales de América Latina. Vivió apenas 39 años, de 1914 a 1953, nunca tuvo la oportunidad de conocer República Dominicana, pese a su amor por el país, expresado en mucho más que su relación amorosa de tres años con Juan Isidro Jiménez Grullón, con un amor que terminó en una gran decepción para ella.
Esa relación le llevó a conocer en detalle la vida social y política del país, a admirar sus bellezas naturales (que sólo conoció mediante fotos) y a las que escribió dos de sus poemas: Canto a Santo Domingo, y su lastimeramente poco conocido como «Himno de sangre a Trujillo», escrito en 1944.
Julia de Burgos representa uno de los casos más singulares de amor por la República Dominicana: combatió, con las armas que podía, su activismo y su literatura, por la libertad del pueblo dominicano, anheló poder conocer la ciudad colonial, los verdes de la campiña nacional.
El centenario
Los 100 años de su nacimiento, serán celebrados en grande tanto en Puerto Rico como en República Dominicana, anuncian dos intelectuales, una por cada país, Luisa Sherezade Vicioso (Chiqui) y la doctora Grisselle Merced Hernández, que el centenario de Julia de Burgos será conmemorado a la altura de la importancia que tiene esta poeta del Caribe y del agua.
Vicioso y Merced cuentan que Julia de Burgos fue independentista, pensadora y activista boricua con una obra atesorada entre la cual se destacan: Poema en veinte surcos, Canción de la verdad sencilla y El mar y tú.
Dentro de los actos figura la emisión postal de su sello por parte del Instituto Postal Dominicano (Imposdom).
La biografía Julia de Burgos, la nuestra, escrita por Chiqui Vicioso e ilustrada por Belkis Ramírez, será editada por el Ministerio de Educación para que sirva de material docente.
Fue una poeta de lo local y lo universal. Una escritora de fuertes intensidades en todos sus temas, marcados sobre todo por el hilo humectante del agua, dice Chiqui Vicioso.
Ambas escritoras cuentan que Julia de Burgos, tuvo una vida cronológicamente breve, pese a lo cual vivió intensamente, muy marcada por su poética, que está signada por por lo místico del agua, una poética de altísimo vuelo con la que levantó sus ideas, su lucha como ciudadana y como periodista por la independencia de esa isla vecina.
Su vida
Julia Constanza Burgos García nació en Carolina, Puerto Rico en 1914, se graduó de maestra normalista en la Universidad de Puerto Rico en 1933.
En esa época escribió su famoso poema Río Grande de Loíza, que es su obra insignia.
Se vinculó poéticamente con Luis Lloréns Torres, Luis Palés Matos, Evaristo Ribera Chevremont, entre otros poetas boricuas.
UN APUNTE
Un busto
La poeta tendrá un busto a su memoria en el parque de la calle Las Damas con Isabel la Católica, creado por el escultor René Guzmán. Se inaugura el 14 de febrero de 2014.
La doctora Griselle Merced ha escrito un trabajo doctoral sobre las cartas de Julia a su hermana y las inéditas, que será publicado con motivo del centenario de su nacimiento.
