Opinión

Claudio, héroe nacional

Claudio, héroe nacional

Los hombres de la estirpe y el valor del ciudadano Claudio Caamaño se despiden de sus familiares y su pueblo, pero no mueren y perviven en el corazón y en las latitudes de la inmensa mayoría de los buenos, honestos y sinceros dominicanos. Todavía el país continúa entristecido ante el deceso sorpresivo de este paladín de nuestras luchas por la libertad, la soberanía, los derechos humanos y la entrega sin al noble ideal de la patria y la justicia social.

Claudio participó en todas las diferentes luchas y batallas reivindicativas de la nación; fue un soldado revolucionario de arriba abajo, aureolado con la estampa de héroe inmarcesible.

Su vida fue sacrificios y dedicación a las mejores causas de la nación, amenazadas frecuentemente, y como un fiero gladiador de amplios quilates, mantuvo encendida en su pecho la llama inextinguible y los resplandores del patriotismo, dignidad, el valor de la libertad y la independencia de la República. En la nacionalista revolucionaria de abril del 1965, al cumplirse el 24 de este mes, 56 años de la gesta libertaria, Claudio junto a tantos patriotas, mártires, también héroes, ocupó un sitial de vanguardia en defensa de la patria, combatiendo con arrojo y valentía, la intervención norteamericana, negra y oprobiosa, y también supo hacerlo en diferentes circunstancias cuando la nacionalidad estaba en peligro.

En Claudio se puede descifrar las frases del gran Marco Tulio Cicerón: ¨La historia es el testimonio de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, anunciadora del porvenir.¨

De seguro que Claudio pensaba como Horacio al decir: ´´Al hombre justo y tenaz en sus propósitos, ni el rostro fiero de un tirano amenazador, lograran hacer que altere su firme pensamiento´´.

Es innegable que este vencedor de tempestades, injusticias y maledicencias, no temía ante ninguna contingencia, amenazas y peligros que acechaban y merodeaban quebrantar la paz nacional y al instante se presentaba como un águila victoriosa, atenta y caprichosa junto a otros olvidados lamentablemente al toque de situaciones que imperaban como marchitar el lema del patricio Juan Pablo Darte: ´´Dios, patria y libertad´´.

Aunque debió realizarse cuando Claudio Caamaño Gullón estaba en vida, solicitamos al Congreso Nacional declarar a este también mártir de la libertad y el deber, héroe nacional de la República y designar la Avenida Winston Churchill a partir de la Esquina 27 de febrero hasta la Avenida Duarte de esta ciudad, con su preclaro nombre.

¡Que Dios acoja en su morada celestial a este muerto glorioso, guardián y celador de los supremos valores patrios! Hombres de la estatura de Claudio Camaaño nacen cada 125 años. Es doloroso las expresiones de sus atribulados familiares, en el sentido de que varios centros de salud, no lo atendieron a tiempo. ¡cuánta incesantes!
¡Descansa en paz!

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación