EE. UU. y crisis Haití
Al interesarse por la crisis haitiana, Estados Unidos tiene que calibrar todos los factores que desafían la gobernabilidad en la de por sí convulsa nación. La inflación ha caldeado más la atmósfera desde que comenzaron las violentas protestas contra la impunidad sobre la supuesta dilapidación de más de dos mil millones de dólares de los fondos de Petrocaribe.
Durante las movilizaciones en reclamo de una justicia que el presidente Jovenel Moïse ha prometido, pero no ha cumplido, unas 26 personas han perdido la vida. Al no haber acciones judiciales y con el incremento del costo de la vida, grupos opositores también reclaman la renuncia del Presidente, quien se habría beneficiado de la corrupción con los fondos de Petrocaribe a través de una de sus empresas.
Si Washington está realmente interesado en encontrar una salida a la crisis haitiana tiene necesariamente que ponderar todos los ingredientes que intervienen en el panorama.
Por lo tanto, además de entrevistarse con Moïse, el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, David Hale, tendrá que tomar notas sobre las razones de la crisis y el sentir de la población.