Ausencia sindical
En lugar de participar en el diálogo sobre la controversial reclasificación empresarial, los sindicalistas han optado por marginarse bajo el pueril alegato de que no se trata de un asunto laboral. Es inconcebible que un proceso que atañe a la relación del trabajador y el empleador, los representantes sindicales lo declaren intrascendente. Su ausencia podría determinar que los empleadores terminen por imponer la polémica reclasificación como un traje a la medida de sus intereses.
El ministro de Trabajo, Winston Santos, ya advirtió que la categorización empresarial se decidirá con o sin la participación de los representantes sindicales. Los autodesignados representantes de los trabajadores deben reflexionar sobre las consecuencias de dejar el escenario a los empleadores para que estos tomen las decisiones que consideren.
Saben que el contrapeso del sector oficial no tiene el mismo efecto. Si en la discusión del aumento salarial prácticamente se impuso un 14%, que todavía algunas empresas ni siquiera han aplicado, con la reclasificación, sin contraparte ni para hacer bulla, los empleadores están supuestos a hacer lo que mejor les plazca.