Muerte espantosa.-

El caso del abogado Argenis Martínez, quien murió tras ser detenido por una patrulla de la Policía en Herrera, es otro toque de atención sobre la necesidad de una exhaustiva depuración en el cuerpo del orden.

Con Martínez, quien según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) pereció por asfixia mecánica violenta, son muchas las personas que han perdido la vida estando bajo custodia de miembros de la Policía.

Sin hablar de otros casos en que las víctimas han caído en los desacreditados intercambios de disparos. Un vídeo que circuló en las redes muestra cuando el abogado era transportado acostado y con un objeto encima en la cama de una camioneta de la Policía.

El certificado del Inacif sobre la defunción de Martínez no es únicamente para que se actúe contra los agentes que intervinieron en su detención, sino para que se aparten de las filas los miembros que no respetan la vida ni los derechos de los ciudadanos.

Los muchos atropellos que se han reportado plantean la necesidad de una profunda profilaxis en la Policía.

Está visto que las cancelaciones y puesta a disposición de la justicia de los agentes violentos no han detenido casos tan dolorosos como el del abogado Martínez.