Semana

Como cada Domingo

Como cada  Domingo

Lo no  visto del Festival

 

El Festival Presidente de Música Latina que termina esta noche, implica mucho más que el montaje de un concierto de tres días multitudinario o estrellas del arte musical popular, con una bien planificada estrategia de publicidad y mercadeo.

Ese Festival ha creado una tradición que poca gente advierte: es un respiradero social que permite descargar el peso de las descomposiciones colectivas.

El Festival permite a la juventud (la de clase media) que puede solventar el precio de las entradas que por demás es subsidiado porque no corresponde a la calidad y estelaridad de las figuras que están desfilando hasta hoy domingo en el Estadio Olímpico.

El Festival ofrece la oportunidad de dejar de pensar (aun cuando no se sufrir, si llega el momento) en la delincuencia, en la politiquería de quienes cambian de chaqueta y color, de quienes quieren hacer cambios a la Constitución a su conveniencia, olvidando la “dictadura de la Ley” a la que se refirió con certeza y responsabilidad Rafael Molina Morillo en su columna Mis Buenos Días de este viernes pasado. Quienes no lo leyeron, se los recomiendo. Una voz firme que se levanta frente a las apetencias politiqueras de siempre.

La Cervecería Nacional Dominicana desde luego que obtiene el beneficio de proyección social mediante un evento masivo de altísima calidad artístico, masivo y muy dominante desde hace unos meses, pero dudo que tenga conciencia exacta del respiradero social que ha creado con esta celebración de arte compartido.

Este Festival es más que los repertorios de los artistas.

Es este evento una prueba más del ejercicio de una ética en la venta de bebidas alcohólicas a menores, que CND ha ido profundizando cada vez más, independientemente de quienes hayan estado al frente de sus gerencias ejecutivas.

Y lo escribe ahora, una persona que luchó hace muchos años para lograr que esas actitud responsable fuera adoptada respecto de la venta que tenia para entonces, de cigarrillos, producto del cual se ha desembarazado por suerte.

La Cervecería con el Festival Presidente de Música Latina, permite un respiro, una válvula por la que escapa dosificada la presión social de tantas y tan terribles realidades que si bien nos esperan igualitas el lunes, al menos otorgan firmeza de espíritu y presencia de ánimo para encaminar los pasos con mayor consistencia.