Al margen de propuestas tan puntuales para impulsar el desarrollo económico y social, la participación del sector privado en el ejercicio del poder es de primer orden para generar riqueza y fomentar el empleo a través de la inversión y evitar traumas por la deficiencia del gasto público. Los empresarios no deben limitarse a las contribuciones económicas que son tan bien recibidas por los partidos políticos, sin reclamar compromisos, como acaban de hacer, para construir un futuro más promisorio para el dominicano.

Hoy, por suerte, se cuenta con una clase empresarial no solo con más visión, sino más consciente de que sus intereses están más garantizados con leyes, reglas de juego y políticas públicas que estimulen la competitividad. En ese contexto encaja la propuesta formulada por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) al liderazgo político para consolidar una economía de bienestar.

En su comunicado “Hacia una economía de bienestar” el Conep define de trascendental la actual coyuntura, por lo que llama a mirar más allá del PIB (producto interno bruto) y adoptar nuevas métricas que permitan calcular el progreso en términos de la calidad de vida y la mejoría de la población.

Optimizar el sistema de salud, universalizar la seguridad social, fortalecer la sostenibilidad financiera de las distribuidoras de electricidad, reformas y políticas públicas para avanzar en el índice de competitividad global, más inversiones en infraestructura y la creación de un sistema tributario ágil constituyen algunas de las propuestas formuladas por el Conep como base hacia una economía de bienestar.

La sugerencia está acompañada de un más que saludable compromiso, como es potenciar en los próximos cuatro años la inversión privada, por encima del crecimiento económico, buscando estimular el desarrollo. También promover la diversificación del mercado de valores, defender las políticas públicas enfocadas en favor de la educación y generar 500 mil empleos.

Tanto las sugerencias como los compromisos representan una valiosa contribución al desarrollo económico y social de la clase empresarial.