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Corrupción política

Corrupción política

Ernesto Guerrero

Conocido el expediente “Calamar”, lo que más indigna es que mientras la pandemia de covid hacia estragos en la salud y la economía, un grupo de políticos desviaban para su beneficio, los recursos necesarios para dar una respuesta efectiva a esta catástrofe. Solo se acuerdan de salud cuando tienen que tratarse en el extranjero, o para evadir la prisión.

Frecuentemente se presentan denuncias sobre casos de corrupción en todos los niveles del gobierno, incluyendo funcionarios públicos, políticos y líderes empresariales.

Los principales problemas identificados son: Desvío de fondos públicos, sobornos y extorsión, nepotismo, clientelismo e impunidad. Los políticos cometen actos corruptos y se ríen, ya que no hay temor a ser castigados.

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La corrupción afecta negativamente la calidad de los servicios públicos, incluyendo la atención médica. Con los dineros sustraídos en “Calamar” bien se pudo terminar la reparación y equipamiento de la ciudad sanitaria (Luis Aybar) y así evitar muchas de las muertes relacionadas a la pandemia.

Combatir la corrupción es tarea colectiva

Los políticos, en particular los legisladores encargados de hacer, las leyes y aprobar el presupuesto, no les interesa mejorar el sistema de salud. Mientras los ciudadanos que los eligieron están obligados a recibir atención médica en los cuestionados hospitales públicos, ellos se autoasignan un seguro médico internacional para sí y sus familiares.

A pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno y la sociedad civil para combatir la corrupción política, aún queda mucho por hacer para erradicar este problema. Nuestra impresión es que hemos avanzado en fomentar la participación ciudadana (marchas verdes) pero ahora es necesario fortalecer las instituciones encargadas de la lucha contra la corrupción, y aplicar sanciones efectivas contra los corruptos.

Debemos mantenernos vigilantes a que la justicia dicte sentencias ejemplares sobre las consecuencias negativas de la corrupción. Este gobierno fue elegido en base a terminar con este flagelo y castigar los culpables y resulta irritante saber que todavía no hay nadie condenado guardando prisión. ¿Hasta cuándo vamos a continuar inertes ante tantos abusos de corrupción?

Es tarea de todos oponernos a la corrupción: exigir la transparencia en la gestión de los recursos públicos; fortalecer los organismos de hacer justicia; denunciar el clientelismo político, y la concentración del poder en pocas manos; y lo más importante, poner fin a la cultura de impunidad, aun cuando se autodeclaren enfermos.