ABIYAN. AFP. La generación de oro del fútbol marfileño, liderada por Didier Drogba y Yaya Touré, tendrá en Brasil la última oportunidad de lograr un resultado destacado en una gran competición, en un torneo en el que no pasó de la fase de grupos en sus dos participaciones anteriores.
Por nombres, Costa de Marfil ha sido sin duda la mejor selección africana de la última década y quizá una de las mejores de la historia del continente, pero la gran calidad de sus futbolistas no se ha visto reflejada después con grandes resultados.
Costa de Marfil no pasó de la fase de grupos ni en Alemania-2006 ni en Sudáfrica-2010, algo normal en un equipo sin gran experiencia internacional.
Más difícil de justificar es que este grupo no haya sido capaz de ganar al menos una vez la Copa de África de Naciones, perdiendo dos finales (2006 y 2012) y sin poder repetir el triunfo continental de sus predecesores en 1992.
A los Elefantes les sobra calidad. A los mencionados Touré y Drogba hay que añadir otros nombres como Kolo Touré, Gervinho, Didier Zokora, Salomon Kalou o Boubacar Barry.
Incluso se están incorporando poco a poco hombres que están llamados a tomar el relevo de los veteranos, como el atacante del Swansea Wilfried Bony.
Costa de Marfil es la selección africana con mejor ránking FIFA (puesto 21 en la última clasificación de mayo de 2014). Ninguno de los seleccionadores que han pasado por el banquillo de los Elefantes logró combinar el gran talento ofensivo con la disciplina defensiva necesaria para lograr resultados a nivel internacional.
En ese intento fracasaron técnicos extranjeros de renombre, como el sueco Sven Goran Eriksson (2010) o el bosnio Vahid Halilhodzic (2008-2010), o locales como François Zahoui (2010-2012).