¡Auxilio. Es urgente! “Se puede vivir sin oro, más no se puede vivir sin agua”. Desde lejos, un llamado a mis colegas periodistas, un llamado a los que con su voz, pueden darle voz a los que no son escuchados, a los que hacen parir la tierra y ahora están perdiendo todo, hasta el agua.
Desde el centro de Europa, un llamado a mis compueblanos y compatriotas, a los ambientalistas, a todos los que pueden influir. No nos damos cuenta, pero cada vez se escucha menos el cantar de los pájaros en los pueblos y campos de Cotuí.
El impacto de la contaminación que produce la Barrick Gold con la explotación del oro en la provincia Sánchez Ramírez, también se extiende por todo el país. De nuevo, nos dan espejitos por nuestras riquezas y lo peor, esos espejitos están envenenados.
Pequeños o grandes contratos de publicidad le tapan la boca a varios de nuestros periodistas locales y nacionales. Nos adormecen con algunos puestos de empleos, a los que por cierto, tenemos todo el derecho.
Mientras tanto, la calidad de vida en Cotuí huele a mierda. Hedor en las calles, servicios básicos no resueltos y los canadienses de la Barrick enriqueciéndose más. Igual, dos o tres políticos o poderosos sembrando riquezas sin piedad, con la que podrán dejar fortuna a par de sus generaciones, si no es que antes lo despilfarran con amantes y otros actos pecaminosos de opulencia.
Agradezco a la Barrick que aportó a la distribución de mi libro con compras que propuse distribuir en escuelas. Eso no me tapa la boca aunque viva a 10 mil kilómetros de distancia de mi Cotuí.