A trece años del 9-11
A mi sobrina Issvel que gracias al 9-11 ya nadie olvida su cumpleaños.
Con el permiso del padre Rogelio, quiero saltar lo de Miranda, porque hoy, precisamente, es el 13 aniversario del atentado a las torres gemelas, y también con el perdón del 48 aniversario de fundado este vespertino y los 51 del club Mauricio Báez, así como excusarme con Allende por no tratar las maldades de los gringos que provocaron, en 1973, su derrocamiento. Precisamente salto esos temas para copiarle parte de un nuevo informe que asegura, como ya han hecho otros, que lo del 9-11 fue un autoatentado que contó con el auxilio de Israel:
“Nunca en la historia de los E.E.U.U. una operación ilegal del gobierno necesitó de tanta mentira. El informe de la comisión oficial de investigación de los atentados es la mayor falsedad que ha pagado el dinero de los contribuyentes estadounidenses.
El fin de la ocultación ha llegado a raíz de la determinación de Vladimir Putin -probablemente informado por Edward Snowden- de contestar a la intromisión de E.E.U.U. y la U.E. en Ucrania mediante la liberación de una información altamente sensible. «VeteransToday» se ha hecho eco de la información sacada a la luz por Putin, divulgándola bajo el título «Demasiado secreto para ser publicado». Confirma que el análisis realizado por el DOE Sandi fue capaz de identificar la huella química / radiación o huella dactilar de las cabezas nucleares sobre la base de muestras tomadas después de 911 de las secuelas en la zona cero, confirmando la información previa facilitada por múltiples fuentes de que en los atentados de las Torres Gemelas se usó armamento nuclear.
Todas las cabezas nucleares que utilizan plutonio tienen una huella química que se puede identificar. Si la investigación del 11-S hubiera sido concluyente, habría conducido directamente a la identificación de armas norteamericanas.
Un dispositivo de 2 kilotones hubiera bastado para derribar las Torres Gemelas. Produciría una bola de fuego de entre unos 150 a 200 pies de diámetro a más de 4.000 grados centígrados, lo suficiente para fundir las vigas del núcleo central del edificio y hacerlo colapsar.
Una detonación de este tipo es lo único que puede explicar fenómenos observados aquel día. Para más información busquen un video que sobre eso subí a nuestra página de Facebook.