Hacer lo que corresponde
El pasado jueves, el mismo día que la Fundación “La Merced” le entregaba un reconocimiento al padre Juan Linares por su abnegada labor en el rescate de niños de la calle, gracias a sus iniciativas “Canillitas con Don Bosco” y la de “Muchachos y Muchachas con Don Bosco”, en Las Vegas, Estados Unidos, le entregaban a Joan Manuel Serrat el premio de “Persona del Año” por parte de la Academia Latina de la Música, que era una manera de como a ese negocio no le quedó más remedio que reconocer a uno que logró sustraerse de eso, y sin embargo le ha ido bien, sobre todo porque entiendo aplicó la misma receta que dijo el padre Linares: “Hacer lo que le correspondía hacer”.
Ante una bonita y selecta audiencia, comprometida con las acciones de bien que realiza la Fundación “La Merced” (que a pesar de ser un gran equipo, las figuras que dan la cara y nos enamoran, son las hermanas Eva y Pilar y el padre Tomás), en el rescate de niños de la calle, en especial los limpiabotas; el padre Linares dijo: “Solo he hecho lo que tenía que hacer. No he hecho grandes esfuerzos, solo apegarme a las enseñanzas de Don Bosco y hacer, con honestidad, lo que me corresponde hacer”.
Nunca olvido el espíritu de la gran novela de Víctor Hugo, “Los Miserables” en la que el protagonista Jean Valjean deja de ser una persona mala y a partir de ahí lo obliga a hacer lo que ya había aprendido que era correcto hacer, aunque se perjudicara a sí mismo. O a don Juan Bosch persistiendo hasta donde duele en ser digno, aunque ahora resulte un mal ejemplo.
No ha sido, no lo es, ni será, tarea fácil “hacer lo que nos corresponde hacer” al decir del padre Juan Linares, Yo sé que no es fácil pero sigo apegado a ello, tratando de emular a Serrat y al padre Linares en lo que es, a nuestro entender, la máxima fundamental para vivir.